miércoles, 25 de septiembre de 2013

Prozac Nation

Prozac Nation. Este título siempre ha llamado mi atención. Y es que realmente hubo un tiempo en el que, no sólo una nación sino más de medio mundo, dependía de antidepresivos y otros tipos de medicamentos para poder vivir. Incluso hoy, muchas personas dependen de este tipo de medicinas para poder afrontar el día a día.
Y esto es lo que trata esta magnífica película.

Prozac Nation nos muestra la desgarradora historia de Lizzie Wurtzel, una joven problemática a la que conceden una beca para estudiar periodismo en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Después de que su padre la abandonara, desarrolla una fobia al rechazo y la necesidad de tener a alguien a su lado que la proteja, la entienda y la cuide, por lo que su madre cree que ir a la universidad será bueno para ella.
En el primer año de universidad conoce muchas y variopintas personas, pero eso no evita que se siga sintiendo sola, abandonada, traicionada. Por lo que recurre al sexo, a las drogas y al alcohol para sentirse mejor, en realidad los usa como medio de escape de su vida, pero sus cambios de humor y personalidad, el que siga metiéndose en problemas, la lleva a realizar una terapia para mejorar su conducta. Ya no quiere fingir más ser el tipo de persona que no es, quiere liberarse de ese problema que cada día la oprime más y la impide vivir la vida que ella desearía.

Es sin duda el relato de una realidad, de un problema por el que muchos pasaron y pasan. El miedo al rechazo, incluso el miedo a ser uno mismo. Ese miedo que nos lleva en muchas ocasiones a fingir una actitud que no corresponde con la nuestra, nos empuja a ser quienes no somos conllevando unas duras consecuencias que son difíciles de afrontar, y que hacen que nuestra vida se complique a pasos agigantados, sin que podamos poner remedio.

Esta producción independiente, dirigida por Erik Skjoldbjaerg, está basada en el polémico libro autobiográfico homónimo de Elizabeth Wurtzel, en el que narra su tempestuosa convivencia con una depresión clínica que debió ser tratada con fármacos como al que hace mención el título.
En la piel de Lizzie encontramos a una grandiosa Christina Ricci, acompañada por un elenco de actores más que notable como son: Jessica Lange, Michelle Williams, Jason Biggs o Jonathan Rhys Meyers entre otros. Hay que alabar que una producción como esta tenga a tan codiciados actores en cartel y, aunque no con toda seguridad, podría decir que sin estos actores quizá la película hubiese tenido menor repercusión y hubiese despertado menor interés del público.
Siempre he pensado que en una producción se deben dar varios factores para que ésta sea, en cierta medida, un éxito. Sólo una buena historia, guionizada de la mejor forma posible, que es bien interpretada por actores de calidad, dirigidos con destreza y naturalidad en unos escenarios acordes bajo una realización que apoya, narrando bajo una técnica impecable, todo aquello que se describe en el guión, podrá convertirse en una gran producción que, a buen seguro, cautivará al respetable. Y considero que esta película cumple en prácticamente todo.

Está claro que este plantel de actores no sería nada sin un buen guión ni sin que todo sea captado de la forma correcta. Y de esto se encarga el realizador, Erik.
Quedé fascinado con la realización desde el primer momento. Cómo lograba aportar fuerza e intensidad al texto con los diferentes movimientos de cámara, a veces más violentos y otras más pausados. Con los acertados planos para cada situación y el magistral uso del desenfoque. Todo contribuye para que el producto final sea un bloque compacto e indivisible, con todas las partes perfectamente hilvanadas logrando una producción interesante y ejecutada a la perfección.
Erik, mediante una realización muy cuidada, consigue potenciar los sentimientos mostrados en las diferentes situaciones por Christina Ricci. Hay bastantes planos y técnicas empleadas en los que esto se potencia sobremanera. Uno de ellos es cuando Lizzie está escribiendo una crítica sobre Springsteen, pero no logra dar con algo lo suficientemente bueno. Durante unos días su existencia se basa en escribir esa crítica. En un momento dado, hay un primer plano de Lizzie en el que la cámara se mueve en torno a ella realizando un traveling circular. Este movimiento de cámara potencia su obsesión por conseguir escribir la crítica. El realizador se centra sobre ella y sus pensamientos, desdibujando el fondo, restando importancia a todo lo demás y atrayendo toda la atención sobre Lizzie.
Otro ejemplo es la aceleración o desaceleración del tiempo empleada en postproducción en ciertas situaciones en las que Lizzie es superada por algo y estalla. O simplemente, cuando no está en plenas facultades. De igual manera usa el reflejo de la actriz sobre cualquier material, dándonos a entender que Lizzie no es más que un reflejo de lo que realmente podría ser. Y también está el bellísimo recurso del desenfoque, usado para censurar ciertas partes, ciertos momentos y a ciertas personas, guiando nuestra atención hacia lo realmente importante. De igual manera se usa el desenfoque en algunas partes para crear planos más poéticos, más bellos.

En referencia a la banda sonora, se puede decir que es casi inexistente. Tan sólo la música en vivo está presente; bien la arrugada y rasgada voz de El Jefe reproducida por un tocadiscos o la ronca voz de un tipo que canta en un bar, acompaña algunos de los momentos más relevantes para Lizzie. Como cuando conoce a Noha o cae en la obsesión por escribir una crítica perfecta, lo que hace que entre de lleno en una crisis profunda.
Las voces, el llanto y los ruidos abundan y se postulan como una banda sonora simple y acertada, que acompaña cada situación como lo que es: un momento en el que la vida te golpea con todas sus fuerzas.

La puesta en escena juega otro papel importante en esta producción. Los movimientos de los actores son fluidos y naturales, apoyando su propio discurso y acordes a todo lo que viven en cada situación. Uno de los ejemplos lo tenemos cuando el padre de Lizzie va a verla y ella le reprocha ciertas cosas. Él comienza a dar vueltas en círculo en torno a ella tratándola de convencer de que él no es el malo, cerrándola y obligándola a escucharle. Convenciéndola de que él es quien tiene razón y anulando su juicio.
Como éste, hay otros tantos ejemplo. En verdad el lenguaje no verbal está muy presente en esta producción, bien sea acompañando al lenguaje verbal o hablando por sí solo. Me gusta que se use este recurso porque no todos los realizadores se preocupan porque sus actores expresen tanto con el cuerpo como con las palabras. Muchas películas se podrían realizar obviando los diálogos y usando la expresión corporal como medio de comunicación. Es algo interesante en lo que fijarse.

Y los actores tienen mucho que ver en esto. Prozac Nation cuenta con un grupo de actores impresionante. En realidad, no pensaba que esta producción tuviera a tan reconocidos intérpretes en plantilla.
Todos recordamos a Christina Ricci por su papel en La Familia Adams (Barry Sonnefneld) como Miércoles o en Sllepy Hollow (Tim Burton). En su prolífica carrera ha interpretado papeles de diversa índole pero, comúnmente, es recordada por sus personajes más siniestros y desestabilizados. Su actuación es única. Logra, de principio a fin, que tan sólo veamos a una tal Lizzie. No interpreta a un personaje sino que se convierte en él. Su naturalidad a la hora de abordar cada situación por la que pasa su personaje, por muy dura que pudiera llegar a ser, es el motivo por el cual su interpretación es tan pura y tan convincente. Reproduce a la perfección los cambios de humor de su personaje. Y considero que ha sabido cargar con el peso de la producción en todo momento.
Peso compartido por otra de las actrices que consigue llenar la pantalla. No puede ser otra que Jessica Lange, quien acompaña de una forma soberbia a Christina durante prácticamente toda la película. Jessica interpreta a la madre de Lizzie. Una madre destrozada que trata de evitar de todas las formas posibles la autodestrucción de su hija, a la cual protege y defiende en toda situación, pase lo que pase. Esta formidable actriz acepta su posición en la producción no haciendo sombra a la legítima protagonista, pero sí echando un pulso en cuanto a interpretación se refiere. En este caso es la secundaria de honor, bordando una actuación que, a primera impresión, se antoja complicada y que ella hace que parezca de lo más sencilla. Ha sabido dar el tono necesario en cada secuencia sin caer en un amaneramiento desmesurado ni una interpretación disonante con el total del conjunto. Da gusto ver esta producción sólo por su papel de madre coraje.

Otro personaje importante es aquel interpretado por una jovencísima Michelle Williams, Rubi, que se convierte en amiga de Lizzie al llegar a la universidad. Michelle interpreta a una amable joven que trata de ayudar a Lizzie a salir de su tempestuoso camino. Su interpretación es tan sólo correcta en alguna que otra secuencia, aunque hay que reconocer que en momentos puntuales parece despuntar aportando algo de aire fresco a la película. Michelle ha sabido dotar de serenidad al personaje y servirse, en ciertos momentos, de la interpretación de sus compañeros para imprimir mayor intensidad a su personaje.
Debo reconocer que uno de los actores me sorprendió en su papel. No es otro que Jason Biggs. Nunca lo había visto en esta tesitura. Interpreta el papel de un chico serio y responsable que se enamora de Lizzie. Pero Rafe tiene suficientes problemas como para encargarse de cuidar a una chica bastante peculiar que, además, le acosa. Se nota que Jason no está del todo cómodo en este papel. No se deja llevar por las circunstancias ni vuelca sus emociones al personaje, lo que hace que se vuelva inexpresivo y casi carente de emociones. No expresa con la suficiente intensidad ni claridad lo que el resto y esto hace que desentone un poco. Su interpretación es más bien sosa e irregular.
Jonathan Rhys Meyers y Anne Heche son los otros dos rostros reconocidos. El primero interpretando a un amigo de Lizzie y la segunda, a su terapeuta. Jonathan no se impone límites a la hora de actuar y eso hace que su personaje tenga una personalidad bastante fuerte y que ninguna situación dentro de la película le supere. Ha sabido crear un personaje interesante. En cuanto a Anne, transmite seguridad y confianza. Logra ser ese contrapunto que equilibra las fuerzas entre lo negro y lo blanco de esta película. Es la serenidad. Aún manteniendo el rostro inexpresivo es capaz de llegar al público.
Como ya he dicho, esta producción no podría tener a mejores actores.


Esta es una película que no sólo nos cuenta la historia de una joven problemática con problemas. Nos cuenta su situación, cómo es capaz de empeorarla aún más, cómo llegó hasta allí y cómo lo soluciona. El que en todas las ocasiones en las que alguien muestra un comportamiento inadecuado se debe a algo que le ocurrió, por muy insignificante que pudiera parecer, en su momento. En que hay heridas que no se pueden sanar con una sola venda.
De igual manera, muestra cómo la solución no se halla en el alcohol o las drogas. En que los vicios no sirven más que para empeorar las cosas y hacer que el abismo en el que no sumergimos sea aún más profundo.
Prozac Nation critica, además, a ese tipo de personas que huye de los problemas escondiéndose bajo las alas de los antidepresivos, y trata, en un intento desesperado, de concienciar a la sociedad de que esas no es la solución. Muestra que la solución es admitir el problema para después enfrentarse a él sin más armas que la valentía y la constancia.
Y también se trata, sin duda, de una alabanza hacia aquellos que siempre nos acompañan, ya sea en los malos o en los buenos momentos. Un sentido homenaje a todas aquellas personas que están a nuestro lado cuando peor nos comportamos.

Esta es una película extraña, compleja y de difícil visionado. Ya que si el cine independiente y reivindicativo no llama tu atención, esta película perderá todo el interés para ti tras los diez primeros minutos. Es por ello que siempre he pensado que el cine independiente es algo especial, al alcance de muy pocos. Únicamente para un público selecto que no se conforma con las superproducciones que rozan temas superficiales. Esta película está hecha para ese público, para un público exigente que busca algo más que una buena historia, un buen mensaje.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Guerra Mundial Z

Ayer tuve la oportunidad de ver esta película. Tenía grades expectativas y, aunque no me defraudó en demasía, tampoco era todo lo que yo esperaba.

Guerra Mundial Z no es una película convencional de zombies aunque sí mantiene ciertos tópicos que nos recuerdan a este género. Esta es una película que busca algo más que el susto fácil al espectador o el sobrecogimiento al descubrir la voracidad de los zombies. Se encarga de mostrarnos el protocolo que existe para combatir una epidemia.
Esta producción se divide por partes bien diferencias, pero unidas de una forma excelente. Cada una de esas partes podría ser un cortometraje en si, una historia con principio y final. Aunque si bien es cierto que son muchas partes, quizá para algunos demasiadas, y todo transcurre demasiado rápido.

El guión está basado en la novela homónima de Max Brooks y ha sido dirigida por Marc Forster. En cuanto a intérpretes, muchos sólo reconocerán al popular Brad Pitt en el papel de protagonista. También podemos encontrar otro rostro conocido, aunque en un papel meritorio, como es el de Matthew Fox (Perdidos). Acompañando a Brad tenemos a Mireille Enos, Daniella Kertesz y David Morse como actores más reconocidos dentro del amplio elenco de esta producción.
Producida por la Paramount en asociación con otras tantas productoras, fue presentada como una gran producción a la que, tanto crítica como público, estaban deseosos echar el ojo. Tras una contundente y explosiva campaña publicitaria que bombardeo todos los medios durante meses, el mundo se paró en su presentación. Todos esperábamos que fuera una película diferente, que fuera innovadora y una película que sería recordada durante años. Hay quien esperaba una verdadera Guerra Mundial entre personas sanas y una especie de zombie más inteligente o con mejores recursos pero, nada más lejos de la realidad. Ya en los primeros compases de la película podemos comprobar que más bien tiene los mismo tintes que cualquier otra película del género.

De echo, tras ver la película tuve la certeza de que se podría tratar de una extraña mezcla entre otras dos películas muy conocidas de zombies: Soy Leyenda de Francis Lawrence y 28 días después de Danny Boyle. Y tienen cierto parecido, aunque tan sólo sea en algunos aspectos. Pero realmente, recuerda a estas otras películas.

Guerra Mundial Z nos narra la historia de un investigador ya retirado que tendrá que volver a
filas tras la explosión, sin previo aviso, de una epidemia que pondrá en peligro la existencia de la humanidad. Este investigador, Gerry Lane, tendrá que encontrar una solución mientras se enfrenta a toda clase de imprevistos y problemas.
¿Os suena? Si, es básicamente el planteamiento de otras muchas películas de zombies, pero en este caso hay algunas diferencias. Como ya he dicho antes, en este caso, tenemos la oportunidad de ver cómo se trata de una forma oficial un caso de epidemia tan grave como al que se enfrenta el protagonista. Lo que hace que la película se torne interesante por momentos y no sólo se trate de una película más de zombies en la que el protagonista corretea de un lado a otro tratando de no ser devorado por una marea de muertos vivientes.
Dejando a un lado el pilar central de la película, el guión también se centra en otros tema de importancia como el instinto de supervivencia y protección, innatos en el ser humano. La crueldad y los tratos por conveniencia que se dan en nuestra sociedad, aún en momentos de dificultad. Lo poco preparados que estamos para actuar contra una epidemia a gran escala. Que el fanatismo por algo no es bueno para el colectivo ni para el individuo. La incredulidad y "el décimo hombre", el discrepar e investigar acerca de algo que creemos evidente puede ayudar mucho en cualquier situación. No debemos dar por sentado algo que nos parezca obvio, porque es posible que no lo sea. Éste es otro de los mensajes importantes que lanza esta producción.

Forster ha realizado esta película sirviéndose de los métodos y técnicas que normalmente se emplean en este tipo de género.
La cámara en constante movimiento sirve para desubicar al espectador y potenciar el caos. Gracias a esta sencilla técnica se logra crear un ambiente desalentador y frenético que es capaz de trasladar al espectador el nerviosismo y la intranquilidad que viven los personajes en ese momento. Mediante planos generales se nos muestran los espectaculares escenarios destrozados y esa masa de zombies hambrientos arrojándose sobre el resto de personas que trata de huir. La luz juega un factor importante también, siendo un claro ejemplo el empleo de la luz roja de una vengala cuando huyen hacia el helicóptero, como anunciando el peligro que llega. La fotografía junto a los movimientos de cámara aporta cierta mística a algunas de las situaciones. Se emplean unos colores oscuros, afines a la temática de la película. Está muy acertada la fotografía en esta producción.
La mayoría de planos se limita a mostrar lo que ocurre sin potenciar demasiado la narración. Aunque sí usa, en ciertas partes, algunos planos detalle para mostrar, y explicar, ciertas cosas interesantes de la película.

Si por algo brilla esta producción es por los efectos especiales. No es que sean espectaculares, es que son acertados. Las explosiones, las masas de zombies trepando un muro, los accidentes de aviones y helicópteros..., todo está justificado y eso hace que el conjunto sea más real y dinámico.
Además, la realidad en los decorados acompaña a todo esto, consiguiendo que la inmersión en la historia sea más fuerte. Los personajes se mueven por los decorados de una forma natural, consiguiendo una sensación de soledad y desnudez en algunos momentos que se ve potenciado por los planos generales.

Brad Pitt interpreta a Gerry Lane, un hombre que se ve obligado a encontrar una explicación y un remedio a la epidemia que asola a toda la humanidad. Brad siempre me ha parecido algo más que el guapo de Hollywood, es un buen actor. Sabe aportar al personaje lo que éste necesita sin ahogarlo ni convertirlo en su propio clon. Es un actor único, con la capacidad de gustar a la cámara y al público. Se adapta a cada papel con facilidad, con la habilidad de dar vida a un personaje sin sobreactuar o parecer artificial.
Este actor se maneja bien en prácticamente todos los géneros pero nunca le habíamos visto encarnar a un personaje que se debe desenvolver en un mundo apocalíptico. A lo que, sin duda, ha sabido adaptarse a la perfección, consiguiendo que su personaje transmita diversas sensaciones según el momento. Es uno de los pilares fundamentales de la producción y su actuación ha sido más que notable.

El resto de actores no merecen una mención aparte. Son secundarios, algunos con más importancia que otros.
Mireille Enos encarna a Karen Lane, la mujer del protagonista, quien se encarga de la protección de sus hijos y de meter en algún lío a su marido. Este personaje no interviene en la acción principal, es más, se podría haber obviado de no ser porque se usa como herramienta en una de las partes para crear una situación que de otra forma no se podría haber creado. Por lo demás, es un secundario más sin demasiadas acciones importantes. Mireille hace bien su papel, sabiendo que todo el protagonismo debe recaer sobre Brad. Ha sabido crear un personaje sumiso y callado, obediente y temeroso, en su justa medida, procurando aportar todo el realismo posible.
A mitad de película aparece Segen, una soldado israelí interpretada por Daniella Kertesz. Este personaje será una compañía importante para Gerry, que lo ayudará en todo momento y se enfrentará a los mismo problemas que él. Daniella hace una interpretación correcta encarnando a una soldado que debe afrontar un problema en el que no pretendía verse envuelta. Ha sabido dar vida a su personaje sin caer demasiado en estereotipos ni errores y su actuación mejora a medida que permanece en pantalla.
Pero para mi, el mejor secundario de esta película no es otro que David Morse que interpreta a un Gunter, que así se llama su personaje, tiene toda la información que necesita Gerry. Es, quizá, el personaje secundario más importante (a pesar de que aparece tan sólo unos segundos), ya que ofrece una información privilegiada. La actuación de David es sublime. Ha sabido aportar la locura a su personaje en una dosis más que exacta sin pasar el límite que habría destruido su interpretación. Se ha sabido desenvolver y ha creado un personaje que se hace interesante para el espectador. Prestad atención a lo que hace con sus dientes.
exagente de la CIA que ha sido encarcelado tras cometer traición.

Como ya he escrito, el resto de personajes poco intervienen en las acciones totales de la película, cayendo el peso sobre Brad. Aunque hay algunos que si son importantes para lo que ocurre en cada una de las partes, pero no determinantes.

Esta es una superproducción que brilla por la espectacularidad de sus efectos especiales y por el aclamado Brad Pitt. Todos esperábamos más de esta película pero aun así, ha sabido cumplir aportando algunos factores que otras películas del género no han aportado.
Es entretenida y vibrante, consigue mantener nuestra atención hasta el final haciendo que el personaje principal tenga que resolver un problema tras otro. Sólo al final parece que realmente sea una Guerra Mundial entre individuos sanos e infectados, pero creo que esto lo veremos en la secuela que ya están preparando.
Esta es una película más de zombies, con más acción que sustos, buenos efectos, y un actor que ha sabido meterse en la piel del personaje principal de principio a fin, sin florituras innecesarias ni errores. Ya estoy esperando la segunda parte.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Segunda reunión de "Adiós, amor"

Hoy ha tenido lugar la segunda reunión con la actriz, Andrea Murillo, para terminar de pulir ciertas cosas del personaje y de aspectos más técnicos acerca de los ensayos y el rodaje.

Esta reunión ha sido bastante reveladora para mi, porque he podido comprobar el alto nivel de integración que muestra Andrea con su personaje. Bajo una base esencial ha sabido crear todo un pasado coherente y atractivo para su personaje, incluso atisba un futuro. Esto es algo positivo para ella, ya que hará que comprenda mejor al personaje y consiga exprimir todo cuanto pueda. Gracias a esto su actuación será más natural y realista porque comprenderá mejor al personaje y sabrá empatizar con él en cualquier situación. La conexión será bastante profunda. Estamos logrando crear un personaje redondo, capaz de vivir cualquier situación en cualquier lugar y en cualquier momento, con pasado, presente y futuro.

Todo esto beneficia al guión, ya que al tratarse de un cortometraje sin diálogos, necesito de toda su expresividad para que el espectador logre comprender lo que ocurre y por qué ocurre. Por su puesto, todo esto se verá apoyado por una realización coherente con lo que narra el guión.
Hemos añadido unos pequeños detalles al guión que sirven para reforzar el conjunto.

En la próxima reunión ya comenzaremos con los ensayos para que Andrea coja soltura a la hora de moverse y expresarse de la forma en la que lo haría su personaje. Además, la iré mostrando la mecánica de los ensayos y el modo en que debe hacerlo.

Volveré pronto con más noticias.

Un abrazo a todos.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Preproducción de "Adiós, amor"

Ya hemos arrancado con la preproducción del cortometraje "Adiós, amor", escrito y realizado por Jesús Muga (un servidor) e interpretado por Andrea Murillo.

Esta primera reunión con la actriz ha servido para poner unas bases sobre el método de ensayos, de grabación y demás, y también como una reunión en la que se ha tratado la personalidad y el carácter del personaje.
Teniendo muy presente que Andrea no es actriz, y que este es mi primer cortometraje después de mucho tiempo (demasiado), iremos con paso lento, pero firme, para que este proyecto sea todo un éxito.
Hemos comenzado indagando en el pasado del personaje, en los motivos que le hacen actuar así en el momento en el que transcurre la historia en el cortometraje. Y puedo asegurar que atisbo más claros que nublos. Ya le he explicado a Andrea que prefiero darle un motivo por el que su personaje hace o no algo, a, simplemente, ordenar que lo haga. Considero que la actuación es más natural y fluida usando este método.
Luego hemos pasado a tratar lo referente a cómo se harán los ensayos y, finalmente, la producción. Pretendiendo que adquiera dotes interpretativas, la he mandado hacer algunos ejercicios para que llegue a conocer más aun a su personaje y se involucre aún más.

Andrea es una joven talentosa, muy talentosa. Y sé que puede lograr todo aquello que se proponga, ese es principal motivo por el cual la escogí, aún sin ser actriz, para esta producción. Confío en que dará con la clave para interpretar a su personaje y que nos dejará a todos (si, me incluyo yo) boquiabiertos.
Su personaje es complejo, cambiante, y en ningún momento hay un diálogo, por lo que sé que será algo complicado, pero también sé que logrará hacerlo.

Hemos decidido ahondar aún más en su personaje, en sus movimientos y en sus sensaciones en la próxima reunión. Por lo que ya os iré contando cómo ha ido.

Un fuerte abrazo a todos.

La Vereda Producciones

Hoy, en primicia, quiero presentaros el logotipo, la imagen de un sueño, una meta, que poco a poco se va haciendo realidad.

Bajo este logo, esta seña de identidad, se recogerán todos mis proyectos, comenzando por este blog. Pretendo que La Vereda Producciones sea el sello de trabajos audiovisuales, musicales, literarios. De todo aquello que tenga que ver con la creación, con el arte y la cultura. Si, suena ambicioso. Pero dad tiempo al tiempo y veremos qué ocurre.

Esta pequeña y humilde productora nace por la necesidad de aunar todos mis proyectos bajo una misma marca que sea reconocible por todos y en todos los lugares posibles.

He procurado que este logo simbolice todo lo que me gustaría que fuese esta productora. Una productora sencilla y humilde, en la que cualquier proyecto, sea propio o no, tenga cabida.
El título, La Vereda, fue concebido al pensar que todo proyecto debe recorrer un camino desde que nace, como una idea, hasta que se convierte en un producto final, llegando al público. Tal y como sucede con la vida, un camino que debemos recorrer. Y Producciones, en plural, destacando que no es un camino cerrado a una sola idea, a un solo producto. Como ya he escrito, con el tiempo, esta productora se encargará de dar vida a toda clase de proyectos.

El logotipo es sencillo. El nombre, La Vereda, en tonalidad marrón con una textura de arena y franqueado por dos líneas paralelas que simbolizan, como no podía ser de otra manera, esa vereda, ese proceso por el cual pasan todos los proyectos. Y bajo esto, Producciones, con una letra blanca y clara sobre una maraña negra de cuerda. No tiene otro significado que todos aquellos proyectos que se crearán bajo su nombre.

Tanto en este blog, como en la página de Facebook, tendréis noticias sobre los proyectos y la situación de La Vereda Producciones. Todos aquellos que tengan sugerencias, opiniones, relatos cortos o denuncias que deseen publicar en La Vereda, pueden enviarlas a la dirección de correo: laveredapro@gmail.com

Espero y deseo que esta productora tenga una larga vida y os proporcione proyectos interesantes.

Un cordial saludo,
Jesús Muga.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Los juegos de la discordia

Últimamente se viene hablando mucho, en exceso para mi gusto, de la elección para la sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Por si aun no lo sabéis, aunque lo dudo mucho, Madrid es una de las candidatas a optar a este..., cómo llamarlo..., ¿honor?, ¿prestigioso acto que nos sacará de la ruina?, ¿gran acontecimiento del deporte?, ¿marrón?... Y es que, respecto a lo que supondría la elección de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos, hay mucha controversia.

Hay quien opina que será algo bueno. Traerá trabajo, aunque sea algo eventual, y ganancias, no sólo a la capital sino a todo el país. Y, de igual manera que esta candidatura tiene sus defensores, tiene sus detractores. Hay quien cree que no se creará tanto empleo como se anuncia y que el que se cree, será para un corto periodo de tiempo, muy corto. También se piensa que el gasto que supondrá adecuar, en todos los aspectos, no sólo deportivos, la ciudad y alrededores será bastante alto y, sinceramente, en este país no estamos para derrochar el dinero que no tenemos.

Yo, sin entrar demasiado en campañas políticas que no llevan a ninguna parte, no estoy en contra, pero tampoco a favor (bueno, un poquito en contra sí que estoy). Lo que tenga que suceder, sucederá, y ni una parte ni otra podrá hacer nada. Bueno si, los famosos escraches y manifestaciones a los que estamos tan acostumbrados en los últimos tiempos.
Mi humilde opinión, como ciudadano de este país, es que el gobierno debería centrarse en solucionar los problemas que asfixian a los españoles en lugar de malgastar el dinero en (¿cuántas campañas llevamos ya?, ¿tres?) campañas, creación de sedes deportivas y demás.
Me parece hipócrita y desconsiderado gastar miles y miles de euros en campañas y demás preparativos, habiendo hecho recortes en sectores fundamentales para nuestra sociedad como son la sanidad y la educación. A mi parecer, ¡nos están tomando por tontos! No hay dinero para mantener un sistema sanitario de calidad ni una educación más o menos "gratuita"; ni para becas a estudiantes o a científicos, ni para I+D+I, ni para crear un plan de empleo en condiciones, ni para otras muchas cosas útiles, pero si hay dinero suficiente como para pagar todo lo que se está gastando con esto de los Juegos Olímpicos... Mi no entender...
Por que, ¿de dónde están saliendo todos los gastos para que la alcaldesa de Madrid vaya a hacer el ridículo a Buenos Aires? De las arcas públicas.Y luego dirá el gobierno que tiene que coger dinero de la hucha de las pensiones. ¡Cómo para no coger con todo lo que se está derrochando! Y de nuevo, volverán a culpar a la herencia del anterior gobierno... Manda huevos.

También me resulta gracioso que haya quien critique el fichaje de Bale por el Real Madrid y no critique esto, cuando realmente están gastando el dinero de los impuestos que nos cobran a todos. Nuestro dinero. Ese que sirve para arreglar calles y hacer hospitales, aunque luego se los den a empresas privadas.
Hoy mismo he escuchado a una mujer decir una frase que define todo esto: "Los juegos esos, ¿nos van a dar de comer a nosotros?" A nosotros lo dudo, señora, y menos estando a kilómetros de donde puede ser que tenga lugar tal evento. Y es que seamos realistas, nosotros, los ciudadanos, no vamos a ver ni un duro (perdón, ni un céntimo) de todo esto. Eso es algo que debemos tener claro desde ya. ¿Qué a Madrid acudirán muchas personas importantes a nivel mundial durante unos días? De acuerdo. ¿Qué grandes empresas, como hoteles de lujo, tiendas de lujo y demás, aumentarán sus ventas? Seguro que si. Pero, ¿y el obrero que tiene que sufrir todo lo que ocurrirá en la ciudad durante esos días?, ¿obtendrá ganancia alguna? No, sólo las molestias de que Madrid sea la ciudad de los Juegos Olímpicos. La mayoría de la gente que apoya la candidatura, no recibirá ni las gracias.

Dicho todo esto, y en resumen, creo que el gobierno y toda la ciudadanía se debería preocupar más de la situación por la que estamos pasando y en buscar soluciones, que en que nos concedan algo que supondrá un gasto que dudo podamos afrontar y que, a buen seguro, dejará nuestra economía maltrecha.
Aun así, ¡Juegos Olímpicos para Madrid 2020! Sigamos siendo hipócritas y tontos. Y dejemos que alguien como Botella haga el ridículo por todo el mundo como hasta ahora.
No sé si obtendremos el "merecido" premio (por haber participado más veces que ninguna otra capital quizá, no por otra cosa) o no, pero al menos con la alcaldesa de Madrid y compañía nos aseguramos unas risas y ser el hazme reír de todo el mundo.
Seguro que me dejo muchas otras cosas de importancia en el tintero, pero no me apetece gastar más tiempo y más de mis palabras en el mismo tema.

Mis pensamientos os mandan un saludo.
¡Hasta más ver!

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cuando las palabras nacen por sí solas

Hace unos días comencé a escribir lo que en un principio sería un relato corto. No tenía claro a dónde se dirigía la historia, ni cómo serían sus personajes. Sólo me limité a plasmar lo que se me iba ocurriendo sobre una hoja en blanco. Algunos días después continué escribiendo y las palabras surgían con la misma facilidad que al principio. Palabras que formaban frases coherentes y bien unidas entre sí. A penas sin darme cuenta, ya tenía varios párrafos sobre el papel. Ya tenía el comienzo de mi historia.

Durante las mañanas, mientras trabajaba, no podía dejar de pensar en continuar la historia. Nuevas frases inundaban mi mente, el relato y los personajes iban tomando forma. Todo el conjunto era perfecto, una buena historia que merecía ser escrita. No bastaría con un formato reducido, debía ser una novela.
No tardé en encontrarle un título al proyecto, no podía ser otro que: "A donde nos lleve el mar". Durante los siguientes días seguí pensando en la historia; en los personajes. En cómo debía ser todo, cómo debía transcurrir todo. Sin duda, es una buena historia.

Debo reconocer que tiene mucho de mi, muchos de mis pensamientos, de mis ideas, de mis miedos, de mis sueños, de mis metas. Podría decir que los dos personajes principales están dotados con una personalidad que me pertenece. En realidad, he donado mucho de mi a ambos y quien me conozca personalmente podrá descubrirlo al leerla.

A día de hoy, continúo escribiendo esta novela de la misma forma que el primer día. Me pongo frente al teclado y permito que las palabras fluyan a través de mis dedos formando frases y párrafos. No sé a dónde se dirige, pero tengo la certeza de que será algo muy bueno.

Aunque ahora mismo todo mi tiempo libre esté dedicado a este proyecto, tengo otros en cartera. Sigo trabajando en "Alba" y en la segunda temporada de "La oscuridad en la luz". Además estoy escribiendo varios relatos cortos que pretendo presentar a certámenes literarios.
Tengo demasiadas historias que contar y poco tiempo para crearlas. Pero, tarde o temprano, llegarán.
Por su puesto, también tengo en mente la intención de grabar el cortometraje "Adiós, amor", del cual pronto comenzaremos la preproducción. Y por último, y no menos importante, anuncio que estoy trabajando en dos libretos para dos obras de teatro. Aunque esto me llevará más tiempo del deseado.

Os seguiré contando sobre mis proyectos en esta sección.

Saludos a todos.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Prohibido cerrarse puertas

Hace unas semanas comencé a escribir un artículo en el que explicaba los motivos sobre la finalización de unos de mis proyectos este año, pero, tras leerla varias veces, he decido no publicarla.
Dicho artículo enturbiaría la imagen de algunas personas y entidades, y, probablemente, me cerraría alguna puerta por la que algún día quisiera poder pasar. Ese es el principal motivo por el cual he decidido no publicar el artículo y, a su vez, el hecho que da pie a esta nueva entrada y a una nueva sección.

He podido tratar este tema con otras persona y algunas me han recomendado que publique la entrada y otras me han aconsejado que no lo haga. Una parte de mi, quizá cegada por la ira y el odio, me pide que lo haga, pero, la otra parte, una más fría y calculadora, no consiente que lo haga.
En realidad, pensándolo bien, no publicar ese artículo es lo mejor que puedo hacer, por ese tema de no cerrarme puertas. Y es que, el ser humano, como ser que actúa de una forma irracional en muchas ocasiones, tiende a cerrarse puertas y a echarse tierra encima con una naturalidad casi innata. No pensamos, en muchas de nuestras decisiones, los efectos que pueden conllevar nuestras acciones. No llegamos a caer en la cuenta de que en muchos casos, por tratar de dañar a alguien de una forma directa y, con toda probabilidad, torpemente, lo único que conseguimos es un efecto contrato o de rebote que hace que nosotros salgamos perjudicados.
Meditando sobre ese dicho popular: "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio", considero que tiene mucha razón, pero, como he escrito antes, muchos no pensamos en actuar así y, anulando la razón, actuamos inconscientemente, inmolándonos en el intento de arañar algo. Por ello es mejor hacer algo con la mente fría y tras haber pensado en todas las opciones. Y en ese momento es cuando me viene otro dicho a la cabeza: "La venganza es un plato que se sirve frío".

Yo he decidido no vengarme sino aprovecharme. Si, aprovecharme. Tomaré de esas personas y de esas entidades todo cuanto necesite, y cuando quieran algo de mi, no obtendrán nada más que la indiferencia. 
¿Acaso no es la mejor forma de actuar con personas que hacen lo propio con el resto de personas? Darles su propia medicina se llama. Es, sin duda, una de las mejores estrategias para no cerrarse puertas.
Así que, sigan así, pues ya llegará el momento en el que ajustemos cuentas. Y como el artículo va de dichos populares: "Quien ríe el último, ríe mejor".


Cambiado el tercio y haciendo mención a lo que he escrito en el primer párrafo. Este artículo sirve de entrada para otros muchos, que vendrán, de la misma índole. En esta sección planeo publicar mis pensamientos, bien sean sobre algo que sólo me ataña a mi o sobre un tema que pueda afectar a más personas.
Espero que todo cuanto se publique aquí pueda ser de vuestro interés. Y si sirve de ayuda a alguien, mejor aun.

Un saludo a todos.


PD: Aquel que quiera pensar mal, que lo haga, pero que no se entienda este artículo como una amenaza.
De igual modo, añado, quien se sienta ofendido es porque algo de culpa, tiene.