viernes, 27 de febrero de 2015

Vuelven los replicantes

¡NOTICIÓN para los amantes de la ciencia ficción! Podremos volver a disfrutar de ese ambiente ciberpunk y retrofuturista al que nos transportaba Blade Runner. Y, de nuevo, Harrison Ford se enfundará el papel del agente Rick Deckard para continuar la aventura que hace años dábamos por finalizada. Ridley Scott, aunque muy a su pesar, cede el turno a Denis Villeneuve (Enemy) en la silla del director para realizar esta secuela tardía, la cuál estará ambientada varias décadas después de la original. Se encargarán del guión Hampton Fancher, coguionista de la primera, y Michael Green. está previsto que el rodaje comience en el verano de 2016.
Esperemos que esta secuela esté a la altura del original y no se trate de un "sacadineros" que sólo busca llenar salas con el amor de los fans. También será una gran oportunidad para dar a conocer a las nuevas generaciones esta película de culto y... ¿quién sabe?, a lo mejor este es el inicio de una gran saga. Sin lugar a dudas, que el bueno de Ford esté presente en esta producción es de agradecer pero... ¿no estará demasiado mayor para afrontar un papel así? En fin, tendremos que esperar (con muchas ansias) a que llegue el momento del estreno para comprobar si ha merecido la pena hacer esta secuela.

jueves, 26 de febrero de 2015

A mí lo de siempre, por favor

¡Ya estamos en campaña electoral! Aunque aún queda tiempo para las elecciones, toda la parafernalia anterior a la visita a las urnas por parte de los ciudadanos ya ha dado comienzo en una carrera que se prevé bastante apretada por parte de los candidatos para llegar al poder. Y no me refiero sólo a las generales, que en las municipales y las autonómicas también se vislumbra una lucha encarnizada.
Pues si, la campaña electoral empieza siempre meses antes de lo previsto. Obras de última hora, "sorpresas", proyectos que comienzan de forma imprevisible, la aprobación de leyes para alegría de algún sector en concreto, discursos llenos de promesas que quedarán en papel mojado con total seguridad... En fin, lo que yo vengo llamando oportunismo populista. Algo que se vuelve un espejismo nada más se pasan las elecciones. Si, comienzan a vendernos una moto muy buena a un precio asequible. Pero claro..., luego pasa lo que pasa, que la moto no arranca y se queda en el taller hasta que la reparan en la próxima legislatura.

Quiero mencionar de forma breve el bochornoso Debate sobre el estado de la nación de Rajoy. Si algo he aprendido a lo largo de estos últimos años es que cuando una persona comienza a faltar al respeto a otra lo hace por dos motivos esenciales: el primero es porque se siente acorralado y el segundo, y más importante, porque no tiene argumentos con los que mantener un discurso elocuente y apropiado. El Señor Rajoy no estuvo acertado y más bien dio una mala imagen ante todos con sus desafortunados comentarios hacia la oposición, más en concreto hacia Pedro Sánchez. Dio la misma imagen que un hombre acabado, sobrepasado por todo y por todos. Por su parte, el Señor Sánchez, se dedicó más bien a hacer campaña más que a debatir sobre el estado de la nación, pero claro, mejor eso que estar jugando al Candy Crush como Villalobos en lugar de estar escuchando a su presidente. Luego tenemos a Pablo Iglesias haciendo su propio debate por su cuenta y riesgo. Él solito se lo guisó y se lo comió. Estuvo acertado en más de una cosa que dijo, y más cuando pidió a Rajoy un debate en televisión (en directo, no por plasma), pero dejó temas incómodos en el tintero (también es cierto que como todos hacen, ya que Rajoy casi pasó por alto la corrupción en su discurso). Ha sido un debate reñido en el cuál, sin duda, han ganado los ausentes. Esos partidos considerados minoritarios que comienzan a hacerse hueco mientras hacen todo el barullo posible. Ya veremos quién tiene que dar cuentas en el próximo y quién se postula como principal oposición. Se abren apuestas.

Ya a nivel local, en Herrera del Duque (Badajoz), hoy nos hemos levantado todos con una sorpresa en las puertas de nuestras casas (no, no era Rajoy llamando a nuestra puerta). Se trataba de un folleto en el que Javi Peña nos invita a enviarle nuestras consultas y propuestas por WhatsApp. ¿Algo novedoso? Para mí no, ya lo hacían muchos candidatos de IU y PSOE, y no olvidemos que Podemos nació en asambleas ciudadanas en las que hasta el menos pintao podía opinar (una bonita tradición que aún mantiene). Y hablo de la nueva era, no nos vayamos al siglo pasado cuando el Pablo Iglesias original fundó el PSOE.
Con sinceridad, me está gustando la campaña electoral que está haciendo el PP en mi pueblo. En esta ocasión no se ha limitado a lo de siempre. Vale que está empleando muchos trucos y artimañas ya vistos en otros partidos, pero lo está haciendo bien. Javi Peña ha decidido centrar su campaña en acercarse más a los ciudadanos del pueblo; en pedir que los habitantes del pueblo le comuniquen sus inquietudes y propuestas (que luego cumpla es tema aparte). Y algo interesante es que está empleando las redes sociales como plataforma para llegar a más gente mediante vídeos concisos y bien ejecutados (al menos yo lo veo así).
Por su parte, el PSOE de Herrera, liderado por Saturnino Alcázar, está tirando de proyectos acabados a medias y de última hora, y del pasado (sí, de las cosas ya realizadas) para una campaña electoral un tanto silenciosa. Quizá acomodados por las aplastantes victorias de anteriores campañas han decidido limitarse a la pegada de carteles y mítines. Vamos, lo de siempre. Esto puede suponer que quizá no lleguen a ciertos sectores o que pierdan algunos votantes  en favor de otras fuerzas políticas. Pero claro, aún es demasiado pronto para afirmar todo esto y tendremos que esperar a ver qué pasa en los próximos meses. Pero, y quien avisa no es traidor, deberían ponerse las pilas si no lo han hecho ya, y comenzar una campaña electoral más agresiva y cercana.
De Podemos poco o nada sabemos. Algunos seguimos esperando que den un paso al frente y presenten sus propuestas para cambiar o mejorar el pueblo. No han aparecido aún de forma pública pero sí suenan por las redes sociales (aunque no dan señales de vida en Twitter desde el 30 de Enero de este año y en Facebook desde el 26 de Agosto del año pasado). Lo cierto es que a este partido aún le faltan algunas primaveras para ser una verdadera opción de gobierno para Herrera. Los comienzos son difíciles, pero seguro que consiguen salir adelante y presentan propuestas interesantes.
De IU creo que no tenemos noticias aquí, por desgracia.

Como digo, se presenta una campaña electoral movidita y llena de novedades. Ahora toca esperar para ver los movimientos de cada partido político. Señores, se abre la veda, jueguen limpio, como caballeros y serán doblemente recompensados.

Por cierto... Recuerda que votar es un derecho al que muchos no tienen acceso; un privilegio. Por eso vota, pero vota con conciencia y conocimiento de causa, no por inercia histórica o por herencia, no por prejuicios. Vota lo que consideres mejor para ti y para la sociedad en la que vives.

En busca de una BSO

Ando a vueltas con la BSO de Apaga la luz. Escoger la música siempre es algo que me trae de cabeza porque lo considero una parte vital de la composición de un proyecto audiovisual y siempre me da la sensación de que no escojo la adecuada para cada situación, aunque luego se demuestre lo contrario...
En esta ocasión tengo claro lo que quiero: un fragmento breve de música que acompañe un momento de tensión, reforzándolo, y a la par sea una base sutil para el resto del cortometraje. Viendo el proyecto ya editado me he imagino incluso cómo seria esa pieza. Sé que podría pedir que compusieran algo original, pero es un proyecto NO REMUNERADO y esas dos palabras lo dicen todo: no hay pasta. Por ello me estoy devanando los sesos, buscando entre piezas clásicas y páginas con canciones y cortes que están libres de derechos de autor (con algunas condiciones más que asequibles), porque deben ser temas libres de derechos, pero no termino de dar con esa pieza musical que encaje con ese justo momento en el que debe ir, aunque me estoy acercando.
La música es una parte fundamental en una producción audiovisual. No sólo sirve como base o acompañamiento de la imagen. Se emplea para potenciar sensaciones y sentimientos, para dar sentido a lo que se ve e incluso como herramienta para reforzar la narración. La música sirve para dar sentido o contradecir lo que dice la acción o el texto. Por eso es tan importante en los proyectos audiovisuales. Sin música, momentos como el de la ducha de Psicosis no tendrían el mismo significado ni serían igual de tensos.
Os invito a fijaros en este aspecto cada vez que veáis una película o serie. Incluso en el teatro. A mi me tocará seguir buscando esa banda sonora adecuada.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Bautizar las obras

Quizá lo más complicado de crear algo es bautizarlo. No sabes qué nombre ponerle y surgen dudas, muchas dudas. Quieres que el nombre de tu proyecto sea llamativo, impactante, original..., pero, sobretodo, quieres que refleje lo que significa en unas pocas palabras. 
Siempre que empiezas algún proyecto, sea del tipo que sea, lo bautizas de alguna forma para localizarlo entre los demás. Algo que sabes que será pasajero, efímero,, ya que apenas se te ocurra algo mejor cambiarás el nombre al proyecto por el que tendrá finalmente... o no. En muchas ocasiones incluso mantiene ese nombre primitivo al no encontrar mejor opción o al adecuarse ésta al proyecto acabado. En realidad, lo recomendable es esperar a terminar el proyecto para ponerle un nombre, para que éste sea un digno y fiel reflejo de lo que representa el conjunto del proyecto ya terminado. Pero en muchas ocasiones sucede algo...
Ya estés en ese momento de creación, en la ducha o dando un paseo. Comiendo o en el cine. Quizá en una cita. Es algo que surge sin más, como algo inevitable. Estés donde estés, haciendo cualquier cosa, una frase o una palabra te golpea. Incluso a veces te persigue hasta en sueños hasta que lo plasmas de algún modo. Entonces no puedes evitar que se te dibuje una sonrisa y corres en busca de papel y boli, o lo que sea, para apuntar eso que te ha venido a la mente. ¡Sí! ¡Es ese título que tanto habías buscado! Y no puedes hacer otra cosa que respirar aliviado. Tu proyecto, tu obra, ya tiene un nombre, ya tiene alma. Y se lo dices a todos y todos te dan sus opiniones, pero te da igual lo que piense el resto porque..., ESE ES EL TÍTULO.

Debo reconocer que esto me pasa a menudo con mis creaciones. Cuando escribo algo no le pongo nombre, sólo un número o una palabra que me ayude a hubicarlo entre el resto de proyectos, pero casi siempre no tarda mucho en aparecer ese título perfecto para el proyecto en cuestión.
En esta ocasión no iba a ser menos. "Obra de teatro", así era como definía al proyecto en el que estoy inmerso. Y justo esta mañana, mientras desayunaba, apareció como disparado por un resorte. No sé si se trata del mejor título o si es el más acertado, pero es el que debe ser. A pesar de lo que piensa, el título es una de las partes más importantes de un proyecto. Es lo que despierta el interés de una persona en descubrir lo que se esconde tras esa frase o esa palabra. Es lo que mueve el interés y la curiosidad. Por ello quería que el título de esta obra de teatro fuera significativo pero al mismo tiempo atractivo; algo que despertara la curiosidad de los espectadores cuando fuera visto o escuchado. Por supuesto, también quería que el título tuviera cierto sentido y que no se limitara a ser algo vacío. Lo bueno de este título es que puede ser interpretado de muchas formas. Cada espectador le dará su significado tras haber sacado sus conclusiones después de haber disfrutado de la función. Esto es lo hermoso del título.

Así que, sin más, a los creadores les recomiendo que esperen a haber terminado sus proyectos para bautizarlos o a que llegue de forma contundente y por sorpresa el título apropiado. 
Por cierto, la obra de teatro se titula "La Victoria de Amador". Ahora, saquen sus propias conclusiones o esperen a ver la obra para entender el por qué de este título.

martes, 24 de febrero de 2015

La importancia del decorado

Hoy, mientras escribía la obra de teatro, me he dado cuenta de algo. Cuando quienes escribimos llevamos a cabo esta maravillosa actividad, imaginamos a nuestros personajes en el entorno en el que se desenvuelve la acción. Puede parecer algo obvio pero a la hora de escribir un guión, ya sea para el tipo de producción audiovisual que sea, debemos tener presente la importancia del decorado y de los objetos que juegan un papel importante en la acción, así como de todo lo que ocurre. Bien sea para que ese día no nos falte nada a la hora de ensayos o de la grabación, o para tener en cuenta a la hora de plantear la puesta en escena todo lo que va a jugar un papel importante (acto seguido de terminar el guión es recomendable hacer un desglose de todo lo material que aparece para poder disponer de todo en el momento necesario). Ya que lo que en nuestra imaginación puede quedar perfecto, a la hora de la verdad puede ser que el resultado para nada se asemeje a lo que habíamos imaginado. Por lo que debemos tener claro sobre qué base vamos a trabajar y de qué disponemos realmente para evitar incluir cosas que luego tengamos que quitar por ser imposibles de realizar con los medios que tenemos (esto se puede extrapolar a otros factores en la creación de un guión). Por eso, a la hora de escribir, debemos ser conscientes de los medios que tenemos para evitar escribir algo que no podamos llevar a la realidad después como efectos especiales imposibles, objetos o vestuario que no podemos conseguir, o localizaciones a las que no podemos acceder...
En el caso del teatro esto se debe llevar a rajatabla, ya que al ser una actuación en vivo no hay mucho margen de error y no se pueden tratar de hacer imposibles que después se resuelvan en la postproducción porque esta fase es, evidentemente, inexistente en este tipo de producciones. Una de las desventajas del teatro son sus limitaciones, pero existen otras muchas virtudes de las que ya os hablaré.

Para la obra de teatro que estoy escribiendo en este momento tengo todo esto en cuenta y procuro que todo lo que plasmo en el guión se pueda llevar a cabo con los recursos de los que dispongo para realizar la obra. Los personajes precisos, sin incluir efectos innecesarios ni acciones imposibles o demasiados objetos decorativos. Incluso me he hecho un plano de cómo estarían ubicados los objetos sobre el escenario y cómo se conformaría el mismo.
Lo justo y preciso, porque como siempre se ha dicho, menos es más.




domingo, 22 de febrero de 2015

Tomb Raider


Estamos ante lo que es el reinicio de una saga que narra el comienzo de la heroína femenina más importante en el sector de los videojuegos. No puede ser otra que la mítica Lara Croft.
Sin lugar a dudas, este lavado de cara (en todos los sentidos) le ha venido a la saga Tomb Raider de lujo para atraer a las nuevas generaciones de jugadores y reconquistar a los veteranos seguidores de las diferentes aventuras que la afamada arqueóloga ha protagonizado.

En esta ocasión acompañamos a Lara en la búsqueda del antiguo reino de Yamatai, situado en una isla del mismo nombre perteneciente al Triángulo del Dragón (algo parecido al Triángulo de las Bermudas). Tras una accidentada llegada a la isla, descubre que está habitada por otros supervivientes que se han convertido en una secta violenta liderada por el Padre Mathias, Los Solari, que buscan el regreso de la legendaria Reina del Sol, Himiko, de la cuál dice la leyenda que tiene poderes místicos que la permiten controlar el tiempo atmosférico. Lara y la tripulación del Endurance (el barco en el que viaja junto con otros compañeros a Yamatai), tratando de descubrir los misterios de la isla (en la que hay restos de diferentes civilizaciones), son atacados por Los Solari, lo que lleva a la arqueóloga a recorrer la isla para tratar de impedir que la secta haga realidad sus planes y traiga de nuevo a la vida a Himiko.
A lo largo de la aventura, Lara va descubriendo tesoros y diarios que le permiten comprender mejor la historia y algunos secretos en torno a la isla y sus ocupantes. También hay repartidos por los diferentes escenarios cajas con puntos de experiencia y otros objetos que sirven como aliciente para que recorramos los decorados de cabo a rabo. Del mismo modo hay tumbas ocultas en ciertas partes que esconden, previa resolución de un sencillo puzzle, puntos de de experiencia en forma de tesoros.
Tomb Raider profundiza en el valor de la amistad sobre todas las cosas y en el constante descubrimiento de nuestras posibilidades. No se trata sólo de un juego de aventuras vacío en el que estamos obligados a avanzar sin más. Vemos la evolución de la heroína, sufrimos con ella en todos los aspectos y aprendemos junto a ella. Trata de reflejar que todos desconocemos nuestros límites hasta que nos ponemos a prueba. Un gran mensaje de un gran videojuego.

Los escenarios que recorremos junto con Lara son espectaculares. Se ha cuidado cada detalle para que nos envuelva un entorno real y definido en el que tanto el tiempo meteorológico como el cronológico varían según avanzamos. Los entornos son dinámicos y cambiantes, incluso podemos ver cómo Lara interactúa con los diferentes escenarios. En este videojuego podemos disfrutar de unos decorados llenos de vida en los que encontramos animales salvajes o disfrutar de imponentes puestas de sol. Una auténtica belleza audiovisual en la que tanto los efectos visuales como sonoros son una auténtica delicia y están muy bien insertados. Desde las explosiones hasta los efectos de las salpicaduras de agua que caen sobre la pantalla, o los cuidados detalles de los decorados consiguen que nos sintamos envueltos por el entorno que ofrece la isla e inmersos en una apasionante historia. Siguiendo la corriente de la moda, en pantalla lo único que vemos es al personaje, lo que consigue que el efecto cinematográfico sea muy auténtico y el salto entre el juego y los vídeos sea casi imperceptible.
En esta ocasión tenemos a una Lara mucho más real que en otras entregas. Un personaje que sufre de forma física y psicológica a lo largo de esta aventura. Somos testigos del proceso de cambio que sufre en la isla y que la convierte en el mito que es. El vestuario y la diferente forma física sobre la que se basa el personaje le da un aspecto más real y humanizado. Una mejora que ayuda a este reinicio de la saga desprendiéndose de la típica imagen que ha tenido larga en los últimos años. Aún así, ya al final del juego, se nos regala la imagen mítica de la heroína haciendo uso de dos pistolas.
La banda sonora es una mezcla perfecta de temas originales que logra una base musical bastante acertada y que se adapta a cada situación vivida en el juego, lo que potencia las sensaciones del momento que se está jugando. Gracias a esto logramos sentirnos dentro de la historia a un nivel más profundo. Lo que es de agradecer.


Tomb Raider es cómodo a la hora de jugar. El acceso a las diferentes armas se hace mediante el uso de la cruceta digital mientras que el apuntado y disparo se hace con los gatillos. En momentos determinados tendremos que pulsar un botón o hacer una acción como disparar para defendernos o romper partes del escenario para pasar. Estas situaciones están bien insertadas y apenas se nota el cambio o interrumpen la dinámica del juego, todo lo contrario, hacen que la acción sea más fluida por lo que nos veremos obligados a estar constantemente pendientes de lo que ocurre en pantalla.
El grado de dificultad es ajustable y se mantiene constante a lo largo de todo el juego. Encontramos una gran variedad de enemigos con diferentes características, pero no es demasiado difícil eliminarlos. Lo curioso es que no encontramos jefes finales, sólo hordas de enemigos que nos asaltan de forma constante en puntos determinados. Por otro lado, los puzzles suelen basarse en llegar del punto A al punto B mediante un sistema no muy complejo de plataformas. Algo sencillo que podemos superar sin problemas.

Lo interesante de Tomb Raider es la unión de diferentes géneros y cómo son empleados para lograr el equilibrio necesario. El hecho de poder mejorar las armas y habilidades de Lara mediante puntos de experiencia le proporciona ese toque RPG que aumenta las posibilidades de personalización a la hora de afrontar diferentes retos. El abrazo entre la acción y la exploración, así como las plataformas, dan diversidad y consiguen que el jugador no encuentre límites al jugar. Un verdadero acierto que hace esta propuesta de Crystal Dynamics y Square Enix bastante interesante.


Tomb Raider es un reinicio que hace justicia a una saga casi acaba y que la devuelve a la vida con todos los honores gracias a una propuesta atractiva que pasa por un cambio de imagen radical y un planteamiento muy diferente. Aún así ha sabido mantener la esencia de aquello que tanto nos gustaba, la mezcla de acción, exploración y plataformas, que se consolida en un juego en el que se han incluido otros factores como una mayor interacción del personaje con el medio y esos ligeros tintes de survival horror que hacen más interesante una historia profunda, apasionante e impecable en todas sus partes.


Esta "nueva" saga ve su continuación en una secuela, Rise of the Tomb Raider, que verá la luz este mismo año y al que más de uno (entre los que me incluyo) tendrá ganas de echar el guante.



viernes, 20 de febrero de 2015

Racords de movimiento

¡Qué bueno es tener varias tomas de un mismo plano! No sólo te pueden salvar el montaje sino el proyecto.
Hace un rato, mientras editaba el cortometraje Apaga la luz, me he percatado de que la actriz hacía un movimiento en un plano que no hacía en el anterior. Lo que supone un fallo de racord de movimiento que en el proyecto finalizado queda bastante feo, haciendo incluso que "salte". Errores comunes que tanto actores como script tienen que evitar en medida de lo posible (cuando es algo de presupuesto bajo no, más allá aún, y tienes que hacer un poco de hombre orquesta, estas cosas pasan. Y más si contamos con que las actrices no son profesionales y aún así hicieron un trabajo impecable). Por suerte para mí, y el proyecto, tenía una par de tomas más de ese plano y justo en uno de ellos hacía el movimiento igual que en el plano anterior, por lo que he podido usar este como recurso para salvar la edición de esa parte de la secuencia.
Este es un ejemplo claro que sirve como lección. Hay que hacer ensayos, muchos, cuantos más mejor. Para que a la hora de grabar, todos los movimientos sean ya como una coreografía que el actor hace casi de forma automática. Y al grabar, lo mejor es no quedarse con una toma que nos parece buena sino grabar la conocida "la de por si acaso" (o un par de ellas), ya que esta toma nos puede ser útil en la edición y nunca está de más (tampoco es necesario hacer 10 "por si acaso", un poquito de por favor). Ya en la edición, procura buscar esas tomas en las que los movimientos sean lo más semejantes posibles para evitar que la producto final quede un poco extraño con ese movimiento dispar.
Y recordad que lo mejor siempre es cambiar de plano en algún movimiento, bien de cámara o de actores. El resultado final quedará más fluido.

jueves, 19 de febrero de 2015

Un primer movimiento

Quien crea que Grecia ha perdido la batalla contra Europa (más bien contra la desmemoriada Alemania) está muy equivocado. El gobierno griego ha conseguido algo que los palmeros gobernantes del resto de Europa no han llegado ni a soñar. Nada más y nada menos que plantar cara a todos aquellos que siguen apostado por un modelo que continúa machacando a la población de los países más perjudicados por la crisis.
Hay quien no ha sabido ver la jugada y quien sigue sin querer verla. Grecia pagará la deuda. ¿Cómo no va a pagar la deuda? Pero bajo unas condiciones factibles que no pongan en peligro el estado de bienestar social de sus habitantes. Y es que eso es lo que buscan los gobernantes helenos, no perjudicar más a sus ciudadanos con políticas austeras que les asfixian cada vez más y que para nada han ayudado a que la situación del país mejore (ha quedado más que claro que las políticas austeras impuestas por la Merkel no son la solución). Grecia no ha reculado en su discurso, sólo mira por el bien de su pueblo y de su país. Por defender sus derechos vitales e inalienables con los que parece haber estado comerciando media Europa. Grecia no es mercancía, es un país, una nación que merece respeto. No les apretemos más la soga, ayudémosles a que salgan del atolladero y nos estaremos ayudando a nosotros mismos. A todos nos agrada que nos echen una mano cuando nos encontramos en una situación límite y recordemos que si cae Grecia, caerán otros muchos países.
Han estado apunto de cerrar un acuerdo que les permitiría una prórroga bajo condiciones aceptables y, lo más importante, que podían asumir. Pero en el último momento Alemania se ha opuesto. La olvidadiza Alemania que no recuerda que otros países como España o Grecia le perdonaron más de un 60 por ciento de su deuda en la década de los 50, tras la II Guerra Mundial. Aún más lamentable es que España, en una situación no demasiado cómoda, se una a Alemania en esto. ¿Acaso nos hemos convertido en los lameculos de Alemania? Yo creo que lo somos desde hace bastante tiempo.

Si hubiese más gobiernos valientes que dieran un paso al frente en el resto de Europa, las condiciones para pagar la deuda serían adaptadas a la situación de cada país, por lo que cada uno podría pagar cómodamente y sin poner en peligro la estabilidad económica y social de su país. Si tú ganas 100 no puedes pagar 1000... El problema es que los gobernantes fieles a su país, a sus ciudadanos, y a su honorabilidad; los gobernantes valientes, no abundan por estos lares. Una auténtica pena...
No nos confundamos, ni permitamos que nos confundan. Grecia no ha hecho más que mover la primera ficha de este apasionante juego que no ha hecho más que comenzar, y ya han logrado su primera victoria.


miércoles, 18 de febrero de 2015

En busca de la continuidad

Escribir teatro; hacer teatro. Crear. Es una de esas pasiones que me ha seguido desde que tengo consciencia. Es algo que mueve mi mundo y hace más plácido habitar en él. Crear produce una sensación de bienestar tan profunda que creo que es imposible alcanzar ese nirvana de otro modo. Te libera y te aporta lo que necesitas cuando más falta de hace. No lo empleo para evadirme sino para expandirme.
En esta nueva aventura que toma forma a un ritmo vertiginoso, los personajes y las situaciones están cobrando vida con una facilidad pasmosa. Se encadenan las palabras hasta formar una realidad que casi se puede visualizar con tan sólo echarle un vistazo. Las sensaciones y los sentimientos afloran como si siempre hubiesen estado ahí. No hay nada más bello para un creador que su obra transmita aquello para lo que fue creada. Que tenga un sentido y no se limite a situaciones vacías y absurdas llenas de palabras sin significado.
Creo que lo estoy logrando, pero aún queda un largo camino por recorrer. Esta obra de teatro aún no tiene título. Se lo pondré al final, cuando la tormenta haya terminado y salga el sol para mostrar en mitad de la calma el resultado de todo un laborioso trabajo. Ya está decidido. Pero hay que seguir, como bien dice el título de esta publicación, en busca de la continuidad.

Las golondrinas vuelven al mismo nido

Qué mala memoria gastan algunos. Qué pronto se cambian los discursos. Qué bien empleado está el dicho "Donde dije digo..." en estos tiempos. Más que un cambio, lo que está haciendo el PSOE es un lavado de cara y poco más. Claro que todo esto tendrá sus consecuencias, ya que si habían perdido electores en favor de otros partidos de izquierdas (de izquierdas de verdad), después de lo que ha tenido lugar los últimos días, muchos ciudadanos han podido comprobar lo que se esconde bajo las bonitas palabras y los gritos eufóricos en los mítines del secretario general socialista. Y es que Pedro Sánchez no está siendo consecuente con el discurso que vende. Y no sólo él, ya que Susana Díaz tampoco lo está siendo.
Pegarse puñetazos en el pecho en un mitín gritando: "Yo soy de izquierdas", no te hace más de izquierdas, del mismo modo que llenar periódicos y entrevistas con la esperanzadora palabra "CAMBIO" tampoco implica que el cambio vaya a ser real. Queda muy bonito todo esto de cara a la galería, y quedaría más bonito de cara a los ciudadanos si todo lo que se ha dicho, o dice, se llevara a cabo. Pero me temo que las palabras de Pedro Sánchez están vacías y que el cambio queda como algo insustancial e irrelevante. Todo sigue teniendo cierto olor a añejo. Y qué decir de lo ocurrido en Madrid. Una oportunidad para demostrar que son diferentes, que han cambiado, y lo único que han hecho ha sido tirar esta oportunidad a la basura. Si entre ellos mismos no hay democracia, ¿cómo esperan que creamos que abogan por una democracia real? Es algo imposible.
Y habrá quien diga: "Con todo lo que hemos hecho...". Señores, no se vive del pasado sino del presente. Para mantenerse en lo más alto hay que ser constantes, y el problema de la constancia es que exige trabajo, esfuerzo y dedicación. No lo olviden. Los electores estamos cansados de tantas mentiras. Lo que queremos es que se atajen todos los problemas con contundencia y que se sea consecuente con lo que se dice. Seguir echando mierda sobre otros partidos en lugar de limpiar su propio culo no es la solución. Tomen nota, quedan advertidos.

Por cierto, que el  apunte en su agenda del cambio una nota importante: Echar a Chaves y Griñán.


martes, 17 de febrero de 2015

La Édith Piaf de una nueva generación

El título de esta publicación ha servido como sobrenombre a una artista que poco a poco ha ido ganando peso no sólo en su país sino en casi toda Europa. Hablamos de la francesa Zaz.
Quizá sea su característica voz, o ese sonido a clásico que desprenden sus canciones. Puede que sean las sensaciones que transmite la melodía de su música o esas letras reivindicativas que tan de moda están siempre. No lo sabemos con certeza, pero lo cierto es que Zaz se da un aire a la mítica Piaf (siempre salvando las distancias, claro) en varios aspectos y esto hace que sus números de fans aumenten a pasos agigantados (entre los que se incluye un servidor). Es la artista de moda y de eso no cabe la menor duda. 
Yo les invito a que la descubran empezando por su último disco, París (lanzado en 2014), en el que versiona clásicos de la música francesa y canta a dúo con otros artistas del país galo. 

Por aquí os dejo el vídeo subtitulado de Je veux, un tema genial. Atentos a la letra:


¡A disfrutar de la música!

domingo, 15 de febrero de 2015

La oscuridad en la luz-2X04-Confía en mí

La cabeza le daba vueltas. No dejaba de pensar en la entrevista, en cada detalle. La elegancia del señor Morrison; su inteligencia. Cómo le miraba; de tal forma que pareciera estar escudriñando cada uno de sus gestos en busca de algo en concreto, como si supera ya lo que andaba buscando desde mucho antes de que él entrara a su lujosa suite.
No tenía hambre. Llevaba desde entonces con esa rara sensación de desazón que no le permitía hacer nada más que no fuera pensar en la conspiración que se tejía a su alrededor. Una paranoica idea que le estaba consumiendo en sus idas y venidas. ¿Quién le mando mantener un encuentro con Morrison? El Jefe, sin lugar a dudas él había comenzado todo esto. Él tiene que saber algo… Pero no. Él no le traicionaría. Le ha prestado ayuda incondicional en más de una ocasión. No, él no. Pero entonces…, ¿quién?
—¿No vas a comer hoy tampoco?
Una voz le sacó de sus pensamientos. Fue entonces cuando se vio mirando el plato de sopa mientras lo removía con la cuchara en un constante y sinuoso movimiento. Alzó la vista para contemplar cómo la luz golpeaba el rostro esbelto de Sara dándole un aspecto angelical. Era bella, muy bella. E inteligente. Una de esas personas que logran con su sola presencia inundar una vida de felicidad. Con su sonrisa conseguía que él se sintiera en calma. Hacía tanto tiempo que Gabriel no sentía eso… Quería disfrutar de aquella sensación que volvía a él después de tantos años. De verdad lo quería; pero sus propias preocupaciones se lo impedían. Le golpeaban con más fuerza de lo que podía resistir y ni tan si quiera pensar en ella o verla sonreír le calmaba.
Frunció el ceño y respiró hondo antes de llevarse la cuchara con algo de sopa a la boca. No pretendía disgustarla, no quería. Pero eran cosas suyas. Reacciones ante ciertas situaciones que no podía controlar. Algo a lo que ya se había acostumbrado y contra lo que ni quería ni podía luchar. Tan sólo se dejaba arrastrar por la corriente hasta que podía aferrarse a algo que le permitiera salir a flote. Quizá un error, ya que en algún momento dejaría de haber algo a lo que aferrarse.
—¿Te encuentras bien?
—Sí, claro que sí. Es sólo que llevo unos días pensando en algo.
—¿En qué? —no tardó ella en preguntarle.
Dudó en hablar sobre ello. No es que no pretendiera hacerla partícipe de sus problemas. No, no se trataba de eso. Lo que no quería era cometer algún error y que alguien pudiera actuar contra él por ciertos detalles, por mínimos que fueran, sobre lo que hacía o dejaba de hacer. No podía confiar en nadie, desde hacía ya bastante tiempo no podía hacerlo. Podrían traicionarle en cualquier momento ya que no conocía lo suficiente a quienes le rodeaban. Era mejor guardar silencio, o al menos no contarlo todo.
—Verás, tengo que entregar una entrevista importante a El Jefe y…
Levantó la vista y la miró a los ojos. Ella esperaba sonriente a que hablara y le contara sus problemas. En eso consiste una relación, ¿no? En que el uno está para el otro y viceversa. Lo comprendió en aquel instante. Sara no era ella. En realidad nadie podría volver a ser ella, jamás se ocuparía su lugar. Pero los sentimientos eran los mismos; eso sí había vuelto y parecía querer quedarse.
Por supuesto, eso sólo era el comienzo. Aún no podía confiarle a Sara ciertos secretos. En realidad no se los podía confiar a nadie. Serían sólo suyos, se los llevaría a la tumba. Y lograría ser feliz con ella. Se lo prometió a sí mismo. Algún día dejaría de hacer lo que hacía y volvería a tener una vida normal. Eso también se lo prometió, como tantas veces antes.
—¿Y qué? —preguntó ella al comprobar que se había quedado inmóvil, mirándola—. Seguro que se quedará pasmado con la gran entrevista que has hecho y te devolverá a tu puesto. Tienes que confiar más en ti mismo.
—No se trata de eso —confesó Gabriel enseguida.
Sara frunció el ceño. ¿De qué se trataba entonces? Sabía que algo no iba bien. Desde hacía algunos días tenía la certeza de que algo preocupaba a Gabriel de forma considerable. Tenía que averiguar de qué se trataba pero sabía que no sería algo fácil.
—Entonces…, ¿de qué se trata?
—Es que… —Gabriel guardó silencio durante un instante y después continuó—: Debo confesarte que tuve un problema en la entrevista. No salió como esperaba.
—¿Qué paso? —preguntó echándose hacia delante—. Puedes contármelo. Confía en mí.
Esa frase: “Confía en mi”. Expone tanto al que la dice como al que la escucha. Es un arma que pone en compromiso a todo aquel que tiene la desgracia de oírla; más aún cuando quien la dice es esa persona por la que seríamos capaces de mover el mundo. Una invitación que abre las puertas de par en par a la sinceridad y, al mismo tiempo, a la desconfianza. Porque, ¿quién no la dice con el único fin de hallar la verdad?
Gabriel sabía que tenía que decir algo lo suficientemente acertado para no levantar sospechas ni enredar más la situación. Sabía que toda buena mentira debe ser breve y contener los menores detalles posibles. En realidad no quería engañarla, pero una mentira piadosa sólo haría bien.
—Pues resulta que Thomas Morrison no me contó todo cuanto necesitaba en la entrevista para el artículo.
No tardó en dibujársele una sonrisa en la cara. Ella sabía que Gabriel siempre se exigía demasiado pero, ¿debía sentirse así por algo tan insignificante? Aún no se conocían lo suficiente; ella no lo conocía todo acerca de él. Por eso prefirió no juzgarle.
—Pero estoy convencida de que tú sacarás lo mejor de esa entrevista para el artículo y dejarás asombrado a tu jefe.
Él sonrió. Todo aquel momento le hizo sonreír. Se basaba en la mentira y eso era lo que le hacía gracia. No había nada de real en todo aquello. Era un momento basado en humo, sólo eso. Un momento especial que para él no tenía importancia pero que en otras circunstancias hubiese tenido cierta relevancia. Quizá en otra vida; otras personas.
—Claro que sí —acertó a contestar.

Se pasó toda la tarde transcribiendo la entrevista. Tomó sólo lo mejor para pasarlo a formato digital. Bueno, en realidad, tomó todo aquello que a él le convenía. Nada más. No le gustaba la censura y mucho menos la autocensura, pero era necesario. Cuantas menos pistas diese, mejor. Y trabajaba para un diario que leía mucha gente. Con suerte, el inspector Nicolás y sus hombres no sabrían de Morrison hasta pasado bastante tiempo, siempre y cuando el escritor no se hubiese puesto ya en contacto con ellos. Tenía sus dudas sobre esto, aún así no sería él quien mediante su publicación propiciara el encuentro entre las dos partes.
Una vez hecho todo el trabajo decidió tomarse un respiro. Descansar y despejar su mente. Fue con Sara al Paseo Marítimo, cenaron en un elegante restaurante italiano y tras tomar unas copas en el puerto se fueron a casa a hacer el amor.
La contemplaba, tumbada en la cama, mientras no pensaba en nada. Era la viva imagen de la plenitud, de todo aquello que quería. Pensó en ello, en cómo una persona completamente desconocida podía llegar a ser aquello sobre lo que gira todo el universo. Su universo. Algo raro, ¿verdad?

Se levantó con aire renovado. Dejó a Sara acostada y él emprendió el camino hacia la redacción. Nada más entrar por la puerta supo que había llegado demasiado temprano. No importaba, lo prepararía todo para la reunión matinal. Quizá la primera a la que acudiera desde que empezó a trabajar para ese diario. Vanesa, al llegar, le miró con sorpresa y no pudo evitar sonreír al ver que había llegado antes.
—¿Estás bien? —dijo acercándose a su mesa.
—Claro, ¿por qué no iba a estarlo?
—Pues no sé, como no acostumbras a estar por aquí a estas horas…
Gabriel sonrió.
—Oye, esto de las reuniones matinales…, ¿cómo va?
—¡Ah, claro! Como tú nunca has estado en una de ellas… No te preocupes, normalmente sólo habla El Jefe y no dice nada de interés. Habla de cifras y poco más. A algunos les dice lo que tienen que preparar para los siguientes números, pero eso sólo los lunes.
—Y me parecía a mí que me estaba perdiendo algo interesante…
—Creo que en breves lo descubrirás —le interrumpió haciéndole un gesto para que mirara a su espalda.
Era El Jefe, venía sorbiendo lo que parecía ser un café en un vaso de plástico. Todos acudieron a él como moscas a la miel y lo rodearon de inmediato. Gabriel fue el último en llegar.
—¡Vaya! ¡Esto sí que es una sorpresa! —dijo tras revisar cada uno de los rostros que le rodeaban—. ¿Está…, estás bien, Gabriel?
—Sí, por supuesto —contestó echando un vistazo fugaz a todos, sonriendo.
La reunión fue breve y, tal y como Vanesa le había dicho, habló de cifras y poco más. Una reunión aburrida hasta la saciedad que no aportaba nada a la plantilla. Tan sólo humillación al comprobar las abultadas cifras de ventas y compararlas con sus bajos salarios.  
Al terminar, El Jefe llamó a Gabriel a su despacho.
—He podido escuchar la entrevista —le dijo antes de que se llegara si quiera a sentar.
—Y…, ¿qué le parece?
—¿Hubo algún problema en la entrevista?
Gabriel dudó sobre qué decir. La entrevista se cortaba, no cabía la menor duda. Quien hubiese escuchando la grabación se habría percatado de que algo no fue bien. En aquel instante se arrepintió de no haber retocado el final de la grabación, no tenía ni idea de que El Jefe la revisaría. Nunca antes lo había hecho. ¡¿Por qué ahora sí?!


Continuará…

martes, 3 de febrero de 2015

Esperar bajo la lluvia

Hace un par de días pasé por la conocida "La Palmera" de mi pueblo, Herrera del Duque (Badajoz), y vi cómo algunas personas que estaban esperando el autobús con destino a Madrid trataban de refugiarse, casi sin éxito, de la lluvia, bien sirviéndose de algunos soportales de los vecinos de la zona o bien refugiándose en el Espacio para la Creación Joven. Algunos más afortunados, y precavidos, tenían paraguas bajo los que se metían cuantos podían.
Fue entonces, en ese preciso instante, cuando me surgió una cuestión... ¿Por qué demonios no existe una estación de autobuses decente en mi pueblo? En realidad es algo que me llevo preguntando ya desde hace algunos años. Yo también he sufrido las calamidades de la climatología esperando el autobús...
Herrera del Duque está muy mal comunicada con el resto del mundo (eso sólo lo sabemos quienes tenemos, o hemos tenido, que lidiar con el transporte público). Vale que tenemos autobuses a Madrid o a Don Benito, pero ya si quieres ir a otro lugar no te queda otra que hacer transbordos y largos viajes para poder llegar a un destino concreto. No sé de quién es la culpa ni culpo a nadie, que conste. Pero esto debería solucionarse por el bien de todos, tanto de los que quieren venir a esta zona como para los que queremos salir.
En cuanto a la estación de autobuses..., quizá sea exagerado construir una estación de autobuses para un pueblo como éste pero no sería descabellado hacer una parada de autobuses techada para aquellos que tienen que esperar al autobús. Al menos así la gente estaría más refugiada de la lluvia, el frío y el viento, y del sol en verano, que también es importante. Y, por supuesto, se dejaría de ocasionar molestias a los vecinos que ven hacinados en sus puertas a desconocidos en busca de refugio.

Yo pido, a quien competa, que al menos lo estudie y ponga una solución a este problema. Porque es un problema. Me resulta curioso que haya pueblos más pequeños con una parada de autobuses o incluso pequeñas estaciones que hacen un servicio importantísimo. Y, sinceramente, tampoco creo que cueste tanto habilitar una zona en el pueblo y hacer una parada de autobuses.
A veces hay que centrarse más en soluciones prácticas para el pueblo que en artificios que no sirven nada más que para embellecer.

Estreno en Cuatro: The Strain

Cuatro se viste de gala y nos invita esta noche al estreno de una de esas series que es ya un éxito antes de ser estrenada: The Strain.
Basada en la novela de Chuck Hogan y Guillermo del ToroNocturna (pinchad para leer la crítica), esta serie promete una adaptación fiel a la novela que encantó a medio mundo. Una de esas historias intrigantes que nos mantendrá pegados a la pantalla y con el sello de un maestro en la ciencia-ficción como es Guillermo del Toro. La trama se centra sobre un personaje de leyenda, el vampiro, pero en esta ocasión no es reflejado del modo clásico al que estamos acostumbrados sino de una forma novedosa que le da otro punto de vista a este mito.
The Strain es un chorro de aire fresco para un género oxidado y llega en el mejor formato posible: la serie, por lo que de esta forma se podrá desarrollar sin censura alguna, siendo fiel a lo que acontece en la novela. Algo bueno, ya que no se obviará ningún detalle que pueda ser importante.
Ésta es la serie perfecta para los amantes de la ciencia-ficción y del mito del vampiro, pero aquellos que dudéis sobre si os gustará o no, vedla antes de juzgar ya que la historia es va más allá de una simple leyenda de vampiros.

No os lo perdáis, esta noche a las 22h:30 en Cuatro.

domingo, 1 de febrero de 2015

La oscuridad en la luz-2X03-Un secreto a voces

—Como ya sabrá —prosiguió con la conversación—, he trabajado con las autoridades de diferentes países para atrapar a los asesinos más viles y despiadados. He sido de gran ayuda y mi actuación ha logrado salvar muchas vidas.
Gabriel lo observaba con atención. Morrison tenía el pelo lacio y canoso, y a pesar de que algunas arrugas se le marcaban considerablemente en el rosto, no aparentaba tener demasiada edad. Llevaba un pañuelo rojo atado al cuello y unos gemelos brillantes asomaban bajo las mangas de la chaqueta negra que llevaba puesta. Estaba más que claro que cuidaba los detalles y que era un hombre elegante. A Gabriel le costaba imaginárselo en el barro, tras la pista de un asesino. Tenía pinta de ser el típico detective inglés que abusaría, sin dudarlo, de sus buenas palabras y elegantes modales para lograr sus objetivos, pero poco más.
A pesar de que aún no había tratado de indagar más profundamente en los asuntos ni pensamientos de Morrison, Gabriel se sentía cómodo y no mostraba síntomas de impaciencia. Era una extraña sensación provocada por el ambiente de tranquilidad que reinaba en toda la sala. Lo sabía y no le importaba demasiado. Tan sólo él y el profesor parecían estar allí. El resto de personas que ocupaban la sala guardaban un respetuoso silencio y una cierta distancia para propiciar esa artificial sensación de intimidad.
—Me he percatado, Gabriel, de que no ha probado usted el té —dijo Morrison de forma repentina e interrumpiendo la entrevista—. No tema, le aseguro que no está envenenado —concluyó con una elegante carcajada.
—¡Oh!, disculpe, señor Morrison, pero la verdad es que no tengo ganas de té —contestó Gabriel excusándose.
—No se preocupe, pediré que lo retiren.
—No, no es necesario —le interrumpió Gabriel—. No se moleste. Si le parece bien, me gustaría seguir con la entrevista, señor Morrison.
—Si, por supuesto. Continuemos.
—Bien. Señor Morrison, ¿está usted trabajando en este momento en algún proyecto?
—Siempre hay que mantener la mente despierta; estar activos. Por eso siempre procuro estar investigando o informándome sobre algún caso. La perseverancia es uno de los factores claves para el buen desempeño de un trabajo como el mío, por eso procuro siempre estar…, ¿cómo se dice?..., —se preguntó a sí mismo mientras arqueaba las cejas y miraba de forma breve al techo—. ¡Ah, sí! ¡Activo! Eso es, activo. Procuro siempre estar activo.
—Ya…, pero…, eso no contesta a mi pregunta, señor Morrison.
De nuevo, Morrison contestó con una fuerte risotada. Algo que hizo sentirse incómodo a Gabriel, el cual se limitó a sonreír con cierta timidez. No dijo nada, temía que la pregunta fuera obviada por el entrevistado y pasara de largo a la siguiente. Pensaba que a través de la respuesta que Morrison diera a su pregunta podría sacar más conclusiones, por lo que no tenía intención de perder esta oportunidad.
—Me fascina esa tenacidad que atesora la gente de su gremio —dijo al fin—. Es usted un gran profesional. Está atento a todo; no deja pasar una. Y eso es algo que aprecio de forma considerable. No tema, ninguna de sus preguntas quedará sin la respuesta que usted espera.
Tomó un gran sorbo de té. Lo saboreo y, como si de un ritual se tratara, colocó la taza sobre el plato y la cucharilla sobre la taza. Después le miró y tomó aire, pero no dijo nada. Se limitó a sonreír con sus manos entrelazadas sobre el regazo, como si estuviera meditando una respuesta. Eso inquietó a Gabriel. Hasta aquel momento, Morrison, se había comportado de una forma ejemplar, nada extravagante, ni un detalle extraño que hiciera saltar las alarmas. Pero desde que Gabriel formulara esa pregunta se hacía cada vez más visible que el escritor ocultaba algo sobre un tema de vital importancia para Gabriel.
—¿Y bien, Señor Morrison? —irrumpió Gabriel el estado dubitativo del escritor.
—Lo que le voy a contar —dijo el escritor inclinándose hacia Gabriel—, no podrá usted utilizarlo para su trabajo, me temo. Es información de vital importancia que debe ser manejada de forma confidencial. ¿Entiende lo que le quiero decir? —con cierto disimulo, dirigió su mirada hacia la grabadora que había sobre la mesa para luego volver a mirar a Gabriel.
Se quedó pasmado. Observando la claridad de sus ojos con la misma atención que lo haría si lo hubiese hipnotizado. Trató de moverse, pero no pudo. ¿Qué estaba a punto de contarle Morrison? Debía ser algo de suma importancia para que se viera obligado a apagar la grabadora. Quizá le incumbía a él…, quizá sabía todo respecto a él. Si, lo mejor para Gabriel era apagar la grabadora por lo que pudiera decir el bueno de Morrison.
Sin decir nada, Gabriel llevó su mano sobre la grabadora y la desconectó. Morrison sonrió y, haciendo gala de su elegante compostura, se echó hacia atrás, apoyándose sobre el respaldo del butacón en el que estaba sentado.
—No dejo nunca nada al azar. No actúo de forma impulsiva, si no por alguna razón. ¿Crees que vine aquí por el clima? ¿Que he viajado a una calurosa ciudad del sur de España sin motivo alguno? Sé que no. Eres demasiado inteligente como para dar por sentado algo que no es así. —Se sirvió un poco más de té y lo removió con la cucharilla. Tomó un sorbo y se echó hacia atrás, aún con la taza humeante en las manos—. He viajado a este…, maravilloso lugar por lo acontecido en los últimos meses.
—¿Los asesinatos? Eso quedó resuelto hace meses, señor Morrison.
—¿Resueltos? —Negó con la cabeza.
—Señor Morrison, le puedo asegurar que lo de los asesinatos está resulto. Yo mismo me vi involucrado y pude ver con mis propios ojos cómo la policía abatía al asesino.
—Estoy al tanto de ello —le interrumpió—. Sé de su aventura con…, ¿cómo se llamaba aquel joven?... ¿Iván? ¿De verdad cree que aquel pobre muchacho es el responsable de todos esos asesinatos?
—Bueno…, la policía…
—La policía no tiene ni la menor idea, señor Gabriel —volvió a interrumpirle.
Sonrió. Gabriel intuía la dirección que estaba tomando todo aquello y hacia dónde se dirigía Morrison. Comenzaba a ponerse nervioso, pero no dejaría que el escritor lo notara. Si lo hacía, saldría perjudicado y toda la ventaja sería para él.
—¿Pone en entredicho el trabajo de todo un equipo policial?
—No. Sólo digo que no han terminado el trabajo. Quizás hayan dado por sentado que con la muerte de Iván todo había acabado, pero tú y yo sabemos que no es así.
—¿Yo? —preguntó, tratando de hacerse el sorprendido.
—He estado investigando, por encima, todos esos crímenes acontecidos en esta ciudad los últimos meses…
—Y…, ¿ha descubierto algo?
En esta ocasión era Gabriel quien cortaba el discurso del señor Morrison. Esperaba poder sacarle la información que necesitaba. Quería oír salir de su boca las conclusiones que Gabriel esperaba con cierta desesperación. Quedaba vigente que Morrison sabía más de lo que dejaba entrever. Y toda esa información podría perjudicarle de forma considerable.
—Eso…, no se lo puedo revelar. Al menos por ahora, Gabriel. Se trata de información clasificada que aún debo constatar. No puedo, ni quiero, lanzar afirmaciones que podrían no ser del todo ciertas. Si lo hago sin haber desarrollado un argumento construido a partir de pruebas fehacientes, podría perjudicar a muchas personas que poco o nada tendrían que ver con todo esto. Y sería algo completamente injusto, ¿no cree?
—Si. No hay que dar pasos en falso.
Gabriel le echó un último vistazo a Morrison y se levantó tomando la grabadora. Acto seguido, Morrison le siguió.
—Señor Morrison, me encantaría estar al tanto de los avances en sus investigaciones. Ha sido un placer entrevistarle y deseo, de verdad, que tenga éxito.
—El placer ha sido mío, Gabriel. Le prometo mantenerle al tanto de todo —dijo haciendo un además con el que le invitaba a dirigirse hacia la puerta por la que había entrado.
Morrison acompañó a Gabriel hacia la puerta. Tras él, un par de los hombre que había allí se movilizaron, y no tardó en salirles al paso la mujer que había acompañado al periodista hasta allí.
—Yo le acompañaré hasta la salida —se ofreció la mujer abriendo la puerta.
Antes de salir, Gabriel se volvió hacia Morrison y le ofreció su mano en señal de despedida. Ante tal cortesía, Morrison se acercó a él y cubrió con sus dos manos la del periodista.
—Es usted una pieza fundamental en todo esto, Gabriel. Cuídese.
—¿A qué se refiere usted?
—¿Acaso no lo ve? —contestó Morrison sonriendo—. Usted es el elemento que aparece de una forma u otra en todos y cada uno de los crímenes.



Continuará…

Trailer "Apaga la luz"

Pues ya está disponible el trailer del cortometraje "Apaga la luz". Fue grabado en Agosto de 2014 con la participación de Andrea Murillo como Sofía y Paula Díaz-Jorge como Elena. Tanto este trailer como el cortometraje (que llegará pronto) han sido realizados y editados por Jesús Muga (un servidor). La música empleada para el trailer es una composición de Olivier Deriviere, Being Surrounded.
Debo agradecer a Patro Casasola y a José Antonio Murillo que me permitieran grabar en su casa con todas las comodidades necesarias para la creación de este proyecto.

También os dejo el cartel del cortometraje. Aún le faltan un par de detalles pero ya casi está terminado.

He pretendido que el trailer fuera breve pero intenso, que mostrara sólo el plano que más representa esta historia. La música empleada es una pieza clave que le da ritmo a la composición y aumenta la tensión del momento representado.

Sin más, espero que os guste este breve aperitivo. Pronto habrá más...