sábado, 30 de agosto de 2014

Producción "Apaga la luz"

Siempre he pensado que el guión no se cierra ni con la producción del proyecto finalizada. Sólo cuando termina la fase de preproducción, se visiona el proyecto terminado y se confirma como una obra acabada, el guión se puede dar por finalizado.

Es algo que ha ocurrido a lo largo de la producción "Apaga la luz". Hubo cambios de guión hasta el final. Y no debe entenderse esto como un fallo en la preproducción o en la propia escritura del guión. No, nada de eso. Para mí, el guión debe estar vivo desde el momento en el que es concebido para adaptarse a los inconvenientes y problemas que puedan surgir en las diferentes fases de la producción.
En el caso de "Apaga la luz", descubrimos que eliminando algunas secuencias e introduciendo otras, se le daba más agilidad a la historia sin que llegara a ser tan pausada o reincidente en ciertos aspectos. Del mismo modo, se modificó el guión técnico para dar mayor fluidez y dinamismo a la narración del guión, y para adaptar los planos y los tiros de cámara a la localización.
Esta clase de inconvenientes se pudieron arreglar sobre la marcha sin que afectara a la idea principal del guión.

Con "Apaga la luz" he pretendido tratar un miedo universal que a todos nos afecta. El miedo a lo desconocido, a aquello que no podemos controlar o ver con claridad. El terror a la oscuridad y todo lo que se encuentra en ella.
Creo que, tanto por guión como por realización, he logrado plasmar esta idea. Ahora sólo queda darle forma en la edición para conseguir mi propósito.

También es cierto que trato de crear historias que hagan trabajar a la mente del espectador o el lector. No dar todo por sentado con una única posibilidad, sino dar la oportunidad al público de que dé su propio sentido a la obra y amolde la historia a lo que cada uno considere. De esta forma, una misma historia, puede tener diferentes significados para cada persona.
Y, "Apaga la luz", no podría ser menos. Puede ser concebida por el espectador como una historia de terror, como un drama o incluso como un reencuentro. Puede ser tantas cosas...

Este proyecto ha sido todo un reto desde el comienzo. Decidí hacerlo con dos adolescentes para dar un sentido coherente a la historia, ya que si utilizaba a adultos, parte de esa ambientación y de esas sensaciones se hubiesen distanciado demasiado de lo que buscaba. Y es que se siente el terror de forma diferente cuando se es joven que cuando se es adulto, y yo buscaba esa irracionalidad que sólo se halla en la juventud.
Por otra parte, coger a dos chicas que nunca habían participado en algún proyecto de estas características me servía como entrenamiento, y reto a la vez, a la hora de enseñar a interpretar primero y de dirigir actores después. Creo que he logrado en gran medida mi objetivo, haciendo que ambas actrices saquen lo mejor de ellas a la hora de interpretar. Cierto es que me hubiese sido más fácil hacerlo con actrices expertas en la materia, pero... ¿dónde estaría entonces la diversión? ¿O la satisfacción de haber creado algo de la nada, de haber sacado una actuación digna de dos chicas que no habían actuado nunca? Hay que ponerse retos en la vida.

Puedo decir que ha sido una producción grandiosa en la que todas las partes, tanto el equipo técnico como el equipo artístico, lo hemos pasado bien y hemos trabajado en una armonía absoluta.
La grabación del corto fue rápida y sin demasiados inconvenientes, sólo algunos cambios de última hora para que todo quedara perfecto.

Desde aquí quiero agradecer en primer lugar a Patro Casasola y José Murillo que me dejaran su casa para la grabación. A las actrices, Andrea Murillo y Paula Díaz-Jorge, su considerable esfuerzo, sacrificio y trabajo para que la producción fuera lo más perfecta posible con unas actuaciones dignas. Y a todos aquellos que os interesáis por mis proyectos.

El futuro de este proyecto es aún una incógnita incluso para mí, pero trataré de que llegue a todo el público posible bien sea mediante internet o mediante festivales y concursos. En cuanto esté acabado, todos podréis verlo.

Nos vemos en la edición.

lunes, 25 de agosto de 2014

Lucy

Lucy es el comienzo y el fin. Una producción donde diversos matices conviven y los extremos se encuentran. Un puñetazo en la mesa al principio, seguida de una revolución inminente y un final incierto. Uno de esos retos intelectuales y morales para todos. Una historia compleja que nos hará reflexionar sobre nuestra propia existencia en todas las etapas y sobre nuestro potencial.

Luc Besson nos lleva de la mano de forma extraordinaria por una historia llena de giros donde diferentes circunstancias y mensajes tienen lugar. Ha logrado crear junto con Johansson un personaje que evoluciona a lo largo de la película y que consigue mantenerse en cada situación. De igual modo, ha sabido lidiar con una realización adecuada para transmitir dos géneros que aparecen juntos pero no revueltos.
Lucy comienza tratando el contrabando de drogas mediante mulas para continuar con un completo análisis sobre la evolución y las capacidades del ser humano. Un mezcla que funciona a las mil maravillas y a la que Besson ha sabido sacar partido. No cabe la menor duda de que bebe de forma indirecta de Sin límites de Neil Burger y de la más reciente Trascendence de Wally Pfister, pero bien cierto es que el realizador/guionista ha tenido más tino a la hora de representar estas hipótesis sobre el potencial del cerebro humano, y que no sólo se limita a mostrárnoslo mediante vistosos planos sino que profundiza en el tema con un buen argumento y una atractiva puesta en escena. Y no podemos olvidar los elaborados efectos especiales que contribuyen a crear el ambiente propicio para que no perdamos el interés en ningún momento.
Besson, con esta producción, nos hará pensar sobre si queremos llegar a ser o llegar a tener. Nos hará plantearnos cuestiones que creíamos olvidadas y nos retará. Consigue que razonemos sobre nosotros mismos mientras tratamos de digerir la película.

Y qué decir de una Johansson que recorre en 90 minutos todos los estados posibles. Ha sabido llevar la evolución de su personaje a lo largo de la trama de una forma elegante, sin lastrarla con el cartel de superheroína, ya que Lucy es mucho más que eso. De mano de Johansson vivimos los momentos más emotivos, tensos y alucinantes de toda la película. Y es que es indudable de que sobre ella cae todo el peso de este proyecto.
Por su parte, el mítico Choi Min-Sik se encarga de ser el villano perfecto y añadir ese punto de violencia y locura que la trama necesita, siendo Freeman el contrapunto necesario que da, con una interpretación a la altura, un equilibrio esencial a la película.

Luc Besson hace buen uso de sus artimañas y su juego de manos para regalarnos una película entretenida con un trasfondo que nos hará, cuanto menos, meditar. 


martes, 12 de agosto de 2014

¡Oh capitán, mi capitán!

Aún se oye el eco de tu voz de aquel tiempo en el que nos enseñabas lecciones de vida a la par que nos Nunca jamás para no volver y, a nuestro pesar, ya no podrás ser el Hombre bicentenario.
hacías reír. No queríamos que te fueras, nunca, y aún así nos has dejado. Vuelas ya hacia
Lloramos tu muerte no sólo por lo que nos has dado sino por lo que te quedaba por dar. Has sido nuestra compañía durante largos años en los que nos has regalado grandes personajes que permanecerán en nuestra memoria para siempre. Y es que, aún siendo secundario siempre lograbas brillar como el protagonista.
¿Y qué decir de tu magnífica voz? Esa voz mágica que ha dado vida incluso al genio más famoso del cine. Sólo tú eras capaz de crear vida con el sonido de tu voz, sólo tú podías hacer cosas realmente increíbles como doblador. Tras esa sonrisa triste encontrábamos una voz característica que nos regalabas para la ocasión.

Yo, yo sólo puedo darte las gracias, querido Robin, por las risas y el llanto, por las emociones y sentimientos que me has transmitido con cada uno de tus personajes. Por haberme acompañado durante toda mi vida.
Siempre te recordaré como ese Peter Pan que creció, como ese niño perdido en un juego de mesa, como ese loquero que domaba lo indomable, como ese niño que creció demasiado rápido, como ese robot futurista que aprendió a amar, como ese padre travestido que hizo lo imposible por recuperar a su hijos, como el creador de Flubber o como ese profesor que todos soñábamos con tener.


Grita Jumaji cuando llegues.

Apaga la luz

Con el guión aún echando humo y la preproducción a la vuelta de la esquina, se puede decir que este proyecto está siendo dotado de vida a una velocidad de vértigo.

Esta vez se trata de una atractiva historia de terror que trata de ahondar en un terror universal como es el miedo inconsciente a lo desconocido. También en la inevitable atracción sentimental de dos personas unidas por lazos de sangre. "Apaga la luz" conseguirá inquietar a lo espectadores.
A pesar de ser un grupo reducido, nos plantamos en la preproducción con mucha ilusión y muchas ganas de que el proyecto sea finalizado con éxito. El primer paso ya está dado, ahora sólo queda continuar con la preproducción preparando a las actrices y las localizaciones. Esta vez, las encargadas de dar vida a las dos protagonistas de esta historia son Andrea Murillo y Paula Díaz-Jorge.

Continuaré informando sobre este proyecto.

¡¡Un saludo!!