sábado, 27 de septiembre de 2014

BioShock

Bienvenidos a Rapture, una ciudad utópica en el fondo marino que busca huir de los convencionalismos que proliferan en 1960 en las principales ciudades del mundo. En este inmejorable marco se sitúa la historia de Jack (el personaje al que manejamos en primera persona), que tras un accidente de avión en el oceano Atlántico se refugia en Rapture, donde encuentra un panorama desolador en el que la sociedad ha enloquecido y se amotina por cada rincón de la ciudad.
Gracias a Atlas nos vemos envueltos en los problemas que amenazan a Rapture, para los cuales parecemos ser la única solución. A lo largo de los diferentes niveles que conforman la ciudad iremos descubriendo, gracias a las grabaciones de diarios de algunos personajes importantes, parte de la historia de Rapture, de cómo se creó, para qué fin y cómo ha llegado a esa situación, a parte de todos los grotescos experimentos que se han realizado con seres humanos.
Apuñando diferentes tipos de armas y con la ayuda de los plásmidos (además de los diferentes robots que podremos piratear, mediante un minijuego bastante divertido, para nuestro beneficio. Al igual que las diferentes máquinas expendedoras que hay repartidas por doquier) los cuales nos otorgan poderes sobrenaturales, tendremos que hacer frente a toda una gran variedad de enemigos que se interpondrán entre nosotros y los objetivos que los diferentes personajes nos piden cumplir durante el juego. También tendremos la oportunidad de ganar ADAM, elemento clave para mejorar las habilidades de nuestro personaje, cosechando o rescatando a las pequeñas que lo portan, llamadas Litlle Sisters, y que van siempre acompañadas de un enemigo poderoso, el Big Daddy, con el que tendremos que acabar para poder acceder a las pequeñas. Según actuemos, bien siendo piadoso o no con las niñas, la historia seguirá un rumbo u otro, alcanzando un final de los dos disponibles. Algo que lo hace muy rejugable.


La historia de este juego, creada por Ken Levine, es una buena mezcla de géneros ya que la ciencia ficción está muy presente a lo largo de todo el juego, pero en ciertas partes hace que nos sintamos perseguidos o vigilados, creando así una atmósfera de terror que nos hace vigilar nuestras espaldas. De igual modo la acción queda vigente al tratarse de un juego de disparos en primera persona, siendo el toque de rol (al poder mejorar las habilidades de Jack) un añadido que lo hace la mar de interesante. Así pues, nos encontramos con un juego completo que hace a todos los gustos y que nos dejará enganchados al mando o al teclado.

Los decorados en los que se desarrolla la historia logran trasladarnos a una auténtica ciudad bajo el agua. Los efectos visuales y sonoros están muy bien implantados, creando un mundo complejo que nos envuelve por completo. Todo esto, acompañado de una BSO acorde para cada momento, hace que nos sintamos inmersos en la historia, en Rapture. Recorrer sus vistosos y complejos decorados, en los que no falta ni un detalle, se hace cuanto menos ameno e interesante, obligándonos a descubrir más sobre esta ciudad y los misterios que esconde.
Unos sencillos controles contribuyen a la fluidez a la hora de jugar, lo que lo hace aún más atractivo al no suponer esto un lastre. Tanto las armas como los plásmidos son muy accesibles, con tocar un sólo botón tendremos acceso a todos ellos, por lo que no se nos presentará ningún problema a la hora de cambiar de arma en los momentos críticos, algo muy importante en este tipo de juegos. Al mapa y objetivos accederemos, de igual modo, de una forma muy simple, a través de un botón, lo que nos ayuda a localizar los objetivos en el mapa con rapidez y sin demorar demasiado el juego. Al morir durante el juego reapareceremos de forma inmediata en la Vita-Cámara más cercana, manteniendo lo conseguido y la cantidad de munición gastada.

Todos aquellos que hayan disfrutado de BioShock podrán hacerlo de nuevo gracias a sus secuelas: BioShock 2, una secuela directa, y BioShock Infinite, situada en esta ocasión en Columbia, una ciudad aérea.
Mucho a sonado también una producción cinematográfica basada en el primer BioShock. Tras varios rumores, no hace mucho, Ken Levine, confirmó que la opción de crear una película sobre las aventuras en Rapture están muerta. Por desgracia para los fans, entre los que me incluyo, ver una película sobre el universo BioShock se antoja complicado, pero se trata de una muy buena historia por lo que no hay que descartar que en un futuro este proyecto resurja.


BioShock es un juego para jugones, para aquellos que disfrutan con una buena historia representada de una forma espectacular. Una vez entres en Rapture, ya no podrás salir.
Tienes que jugar a BioShock, ¿quieres?...

jueves, 25 de septiembre de 2014

A por el Oscar

Voy a ser sincero, me ha alegrado que gane para representar al cine español en los Oscars "Vivir es fácil con los ojos cerrados". Y no sólo me alegra porque se haya rodado gran parte de esta producción en Almería, porque haya sido la gran triunfadora de los Goya, porque es una delicia audiovisual conformada por una realización espectacular que refleja con una pasmosa sensatez lo que un guión entretenido, a la par que revelador, nos trae. No sólo me alegra por el elenco de actores, grandes actores, que tras un trabajo encomiable con el que han transmitido emociones y sentimientos, con el que han logrado crear personajes para el recuerdo, merecen todos los aplausos y vítores que el respetable les rinda. A ese gran Javier Cámara, que se crece con cada personaje que interpreta, que crea personajes únicos, que se merece más premios por toda una carrera en la que ha reinado la calidad que imprime a sus personajes. Y por su puesto, no sólo me alegra porque esta película nos muestre que se puede hacer cine español de calidad sin convertirlo en una auténtica españolada.
Si por algo me alegra que haya ganado esta magnífica película es por el mensaje que transmite. Un excelente mensaje que queda vigente en cada secuencia en la que sus personajes tienen que lidiar con todo tipo de situaciones, luchando contra viento y marea para lograr cumplir sus sueños u objetivos, llámese como quiera. Y es que no hay mejor mensaje que ese para los tiempos que corren. No rendirse ante la adversidad, luchar por lo que uno de verdad quiere. Y al final, un atisbo de esperanza, un rayo de luz que lo ilumina todo, demostrándonos que el que la sigue la consigue. Dejándonos un buen sabor de boca.

Vivir es fácil con los ojos cerrados nos hará reír y llorar a partes iguales, odiar y amar. Nos llevará de un extremo a otro en cuestión de segundos.
No sabemos cuán lejos llegará en esta carrera por el afamado premio, pero si debemos tener claro que pasará a engrosar la lista de las películas que deben ser vistas del cine español.
Un clásico vivo, una verdadera obra de arte.

Aquí os dejo la crítica completa que escribí sobre esta película:
Vivir es fácil con los ojos cerrados

lunes, 22 de septiembre de 2014

El beso de la prostituta

Se lanzó por la ventana tras descubrir que nunca podría amar. Un final trágico, pero un final al fin y al cabo. Quizá esperaba algo mejor de la vida, algo que nunca llegó. Un beso, una caricia, una palabra. Amor.

La recuerdo bien, muy bien. Nunca olvidaré el movimiento de su cuerpo al caminar o cómo resonaba su voz en el oscuro callejón que daba a la rambla cuando se vendía a los hombres. El pelo le caía como un velo sobre sus hombros y sus curvas se marcaban bajo la ajustada ropa que siempre llevaba. Era, simplemente, preciosa.
Me podía pasar horas mirándola a través de la ventana, imaginarme con ella. Algún día la rescataría de aquel callejón, le daría una vida mejor. Sería sólo mía. La tendría por toda la eternidad entre mis brazos; le daría todo ese amor que anhelaba, que buscaba cada noche entre las sábanas o en los rincones más oscuros de la ciudad.
Si, sólo ilusiones, pero…, ¿qué importaba eso? ¿Acaso no vivimos más en nuestra imaginación que en la realidad que nos rodea? ¿No nos encerramos en la esperanza de ver nuestros sueños hechos realidad? Ella lo era todo para mí, y lo seguirá siendo mientras que en mi memoria perdure la imagen de su silueta estampada contra el fondo del callejón.

Una voz áspera recitando poesía acompañada por el sonido de una guitarra resonaba en la estancia. Era Sabina, ¿quién si no iba a entender mejor todo lo que sentía por aquella mujer de la calle?
Ella se deslizaba, una noche más, por entre los hombres que transitaban el callejón. Era como un baile, una danza sensual cuya única finalidad era la de llamar la atención de cualquiera. Y surtió efecto, alguien se le acercó. No pude distinguir con claridad de quién se trataba, pero sin duda no era de uno de los hombres que ocupaba su larga lista de clientes. Ella se aferró a su brazo y se dejó llevar. Los perdí de vista cuando doblaron la esquina. La perdí de vista por algunas semanas…

La buscaba cada noche a través del cristal, pero ella ya no estaba allí. Me había abandonado. ¿Habría encontrado el amor? Aquella cuestión se había clavado en lo más profundo de mi ser y apenas me permitía pensar con claridad.
¿Dónde se encontraba? ¿Quién era ese fulano? Y, lo más importante, ¿estaba bien? Dudas. Las dudas se habían enquistado en mi interior. Apenas podía dormir, el apetito había desaparecido, hacía días que no salía a la calle, ni para ir al trabajo. ¿Qué importaba eso? ¿Qué importaba todo si no la podía ver? Me consumía, podía sentirlo, pero no me importaba en absoluto.

Y fue una noche, tras varias horas detrás del cristal, cuando vi su sombra dibujada sobre la exangüe luz de la única farola del callejón. Si, era ella. Reí a carcajadas. No pude hacer otra cosa que reír. Ella había vuelto, así como mi felicidad. Entonces comprendí que no debía dejarla escapar, nunca más.
Me lancé escaleras abajo hacia la calle y corrí, poniéndome el abrigo, calle arriba en dirección al callejón, hacia ella. No tardé en encontrarla. -Te amo-, le dije, y ella lanzó una carcajada ante mi confesión. -¿Qué me amas?-, no tardó en contestar. -¡Sí!-, repliqué dando un paso al frente. -No puedes amar a alguien que vende sus besos o sus caricias-, sentenció. No supe qué decir ante aquello. Mi mundo, yo mismo, todo, comenzó a desmoronarse. Entonces supe qué hacer. Sacando la cartera, miré a sus ojos y dije: -¿Cuánto vale tu amor?- Ella me miró, sorprendida. Seguro que nadie le había planteado nunca tal cuestión.
Por un momento vi en sus ojos esa neblina que precede al llanto. Pero no tuvo lugar tal cosa. Se mantuvo firme y fiel a sus principios, haciendo gala de un caparazón que repelía cualquier ataque externo tuviese la forma que tuviese. –Yo no puedo amar- sentenció. –Yo amaré por los dos- quise decir, pero no lo dije. ¿Cómo podía alguien no amar, o al menos intentarlo? No concebía tal cosa, y por ello, debía lograr que amara, que me concediera una oportunidad de demostrarle que sí podía amar.
-Entonces dime, ¿qué vale uno de tus besos?- Espere su respuesta con impaciencia y ésta se hizo de rogar. –Las prostitutas no podemos besar…- y antes de que me diera tiempo a replicar, ella lo zanjó todo: -porque podríamos enamorarnos.-
Me quedé petrificado ante tal razonamiento. Me dedicó una sonrisa y se alejó hacia las sombras del callejón, se llevó una parte de mí consigo, o al menos eso fue lo que sentí.

Volví a mi apartamento, desolado. Pensando en la posibilidad de que, con toda seguridad, jamás encontraría el amor en otra que no fuera ella. Mis pasos me llevaron casi por inercia hacia la ventana y la vi de nuevo en el callejón, esta vez en la distancia, como cada noche hasta aquel momento. Y entonces pensé en que quizá nunca debí haberme movido de allí, debía haber seguido amándola desde la distancia, desde el anonimato que ofrecía la ventana.

Y decidí que así sería, por siempre. Esperaría un beso, una caricia, una palabra. Amor. Lo esperaría por toda la eternidad.

Jesús Muga

lunes, 8 de septiembre de 2014

Anarchy: La noche de las bestias


DeMonaco nos vuelve a invitar a ser espectadores de los horrores que tienen lugar la noche de La Purga, en una segunda parte que nos hace olvidar la primera.

Esta vez asienta de forma muy acertada los pilares de la producción en los distintos puntos de vista de los diversos personajes que tratarán de sobrevivir en la noche de las bestias. Los diferentes roles capitaneados por un atormentado Frank Grillo se mueven entre lo correcto y lo incorrecto en este thriller disfrazado de road movie, en el que cada uno avanza tratando de llegar, por todos los medios posibles, a su objetivo.
En esta producción encontraremos más acción y duras críticas contra una sociedad cada vez más violenta y deshumanizada que de forma egoísta sólo atiende a cubrir sus necesidades individuales. También nos invita a reflexionar sobre la importancia que tienen las clases medias/bajas para los gobernantes o cómo las clases altas se aprovechan de las clases bajas. Y es que ya desde el principio somos testigos de una atroz verdad que se da cada día en nuestro planeta, el como las clases más desfavorecidas son ultrajadas por los poderosos. De igual modo, nos hace conscientes de que la unión hace la fuerza a la hora de combatir la injusticia y de que aún quedan héroes que luchan de forma anónima y desinteresada por ayudar a otras personas.

Un montaje muy picado de planos cortos y llenos de acción son el envoltorio perfecto para esta historia. Con constantes y bruscos movimientos de cámara; la desesperación, la angustia y la acción están muy bien representados, y este es uno de los aspectos que la hace mejor que la anterior. En Anarchy, DeMonaco consigue transmitir toda la crueldad, la intranquilidad y el caos que tienen lugar la noche de La Purga, bien mediante el guión o la realización. Y, aunque es cierto que en algunas partes la película se vuelve previsible como sucediera en su antecesora, esta parte nos regala momentos visualmente trágicos que se grabarán a fuego en nuestra retina.
El sonido vuelve a ser una parte de peso para la producción. El empleo de sonidos estridentes en mitad del silencio, de una banda sonora bastante potente y el constante sonido de disparos y golpes hacen que nos sobresaltemos de la butaca en más de un ocasión. Con el sonido se ha sabido apuntalar la tensión de una forma considerable.


El cartel, encabezado por Frank Grillo, brilla sin demasiados destellos. Cada uno de los actores cumple en su rol sin desviarse demasiado. Sólo Grillo parece echarse la producción a las espaldas con la interpretación de una rara especie de antihéroe que busca venganza y encuentra la salvación. Un actor apropiado para un papel que podría interpretar cualquiera.

Anarchy nos ofrece el mismo mensaje que La Purga salvo que en esta ocasión lo hace con más tino y de una forma más atractiva y clara. Esta producción gustará más que la primera pero aún así no debería haber una tercera.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Alan Wake

Alan Wake es de ese tipo de videojuego que te atrapa y no puedes dejar de jugar hasta que lo terminas. 

La historia de este videojuego bien podría haber sido escrita por el gran Stephen King. En su lugar, el guionista original, Sam Lake, nos trae un guión digno de series como Expediente X, Fringe o Perdidos.
Todo comienza con el sueño de un brillante escritor en el que debe huir de una de sus creaciones, la cuál trata de asesinarlo. Este comienzo nos sirve a modo de tutorial a la hora de manejar los controles y las situaciones que se darán a los largo del videojuego. Tras superar esto, Wake aparece junto a su esposa, Alice, de camino al tranquilo Bright Falls, donde acuden para alejarse de todo y descansar unos días. Después de recoger las llaves del sitio en el que se hospedarán, tras una inquietante sorpresa incluida, acuden a una cabaña situada en Cauldron Lake. Allí, Alice le explica el verdadero motivo por el que han ido a aquel sitio, para tratar de terminar con el bloqueo que el escritor lleva padeciendo meses. Tras una fuerte discusión, Alan sale de la cabaña y, tras un instante, escucha los gritos de Alice. Vuelve y la busca por toda la cabaña, pero ella ya no está allí.
Nuestra misión a lo largo de todo el videojuego será la de tratar de encontrar a Alice, lo que nos hará descubrir los intrigantes misterios que esconde Bright Falls

Según avancemos en el juego iremos conociendo a personajes de peso en el pueblo y la zona, los cuales nos ayudarán o se convertirán en nuestros enemigos, atrapados por una oscuridad sobrenatural que deberemos combatir con linternas primero y armas convencionales después. Lo que recuerda mucho a Obscure de PS2, sólo que llevado a otro nivel y en otro contexto muy diferente, además de que Alan Wake se me antoja más psicológico.
También iremos encontrando hojas de un manuscrito que aportará pistas sobre lo que ocurrirá. Algo que nos mantendrá aún más inmersos en la espectacular trama de este videojuego.

El aspecto que luce, tanto en los entornos que recorremos con cierta libertad como en el de los personajes y objetos es muy vistoso. A lo largo del juego se nos deleita con imágenes dignas de postal, con unos cambios de luz reales y hermosos que dan más forma si cabe a los objetos que aparecen en pantalla. Los vídeos se mimetizan bien con el resto del juego, por lo que apenas notaremos saltos cuando juguemos que puedan ser molestos o desconcertantes.
Todo esto acompañado de una banda sonora muy acertada que nos acompaña casi como un personaje más. Los efectos de sonido también están muy bien incrustados y dirigidos, ayudándonos a la hora de localizar a los enemigos. Y con el doblaje se ha conseguido expresar el sentimiento de cada uno de los personajes en cada una delas situaciones, diferenciandolas bien entre ellas.

En cuanto al control puedo asegurar que es bastante cómodo y dispone de las opciones necesarias para afrontar todas las situaciones en las que el personaje se ve envuelto. Esto, acompañado de una dificultad lineal que podremos regular en tres niveles, logran que no nos quedemos atascados para poder así disfrutar de la historia a un nivel que otros videojuegos no permiten.

Alan Wake ha tenido una precuela a modo de serie, Bright Falls y una secuela para Xbox 360 que cuenta con nuevos personajes, Alan Wake American Nightmare. Por lo que quienes hayan disfrutado del juego, o quieran hacerlo, podrán conocer más sobre los misterios de Bright Falls.

Los amantes de los videojuegos encontrarán en Alan Wake un juego interesante en todos los aspectos. Su inquietante historia acompañada por un aspecto visual impresionante lo convierten en uno de los imprescindibles del catálogo de Xbox 360.
Lo único negativo que se podría decir es la falta de variedad en los enemigos, de algún que otro puzle más y que se me antoja algo corto, aunque hay que reconocer que igualmente intenso. Y, sinceramente, si bueno y breve, dos veces bueno.

martes, 2 de septiembre de 2014

No te acostarás...

...sin saber una cosa más. Buen dicho para los tiempos que corren. Al menos para mí, ya que se acerca bastante a mi realidad.
Y es que es inevitable que cada día aprenda cosas nuevas, que me ilusione con algo que llega o que me decepcione algo que ya estaba ahí.

Con toda probabilidad el paso del tiempo me haya hecho más sabio que ayer, también habrán colaborado las experiencias de lo vivido y algunas sabias palabras, que nunca están de más.
He de reconocer que muchas personas me han sorprendido en los últimos meses de una forma no demasiado grata. Se podría decir que me han decepcionado. Yo, que siempre he sido un gran defensor de las causas injustificadas, abogado del diablo incluso. Pero ya no más. He decido, más bien lo decidí hace tiempo, quitarme la capa de héroe a la hora de defender a alguien que no merece tal honor. Si, honor. ¿Acaso no es un honor que alguien ajeno a ti o tu causa te defienda? Más que un honor es un gesto honorable por parte de quien lo hace. He defendido y mucho, ¿y qué he recibido a cambio? Nada. Quizá un agradecimiento en las sombras o una palmadita en la espalda mientras a mí y a los míos no seguían tirando a dar con balas de plata.
No pido que me den lo que no merezco, sólo aquello que me he ganado. Un poco de respeto no estaría mal, pues si el que siembra recoge, mi cosecha se la llevó el viento de poniente y no me queda más que una tierra muerta bajo los pies.

Yo aprendí la lección, mejor que nadie, antes de ayer antes que ayer. No hay que defender nada más que a un mismo, ya que puedes romper mil lanzas a favor de alguien pero nadie romperá una sola por ti.

lunes, 1 de septiembre de 2014

El hundimiento



Esta película narra con elegancia el final de un momento histórico. De igual forma hace visible el fanatismo de los seguidores hacia Hitler y las traiciones que algunos de sus altos mandos cometieron hacia él al comprobar que todo llegaba a su fin.

Basada en las obras El hundimiento: Hitler y el final de Tercer Reich del historiador Joachim Fest y en Hasta el último momento: la secretaria de Hitler cuenta su vida, escrita por la periodista Melissa Müller según los relatos de la propia Traudl Junge, El hundimiento, realizada por Oliver Hirschbiegel y escrita por Bernd Eichinger en 2004, nos muestra a un humanizado y enfermizo Hitler en el momento final de su existencia.
Con las tropas rusas cerniéndose sobre Berlín, Hitler se niega a abandonar la ciudad para tratar de salvarla o morir en el intento. En esta producción somos testigos no sólo de los últimos momentos de Hitler o del final de una guerra sino de cómo era y cómo actuaba el propio Hitler con todos aquellos que le rodeaban, de cómo trató sin éxito de hacer maniobras defensivas para tratar de salvar Berlín y de cómo planificó su propia muerte y la de su mujer.
Esta producción consigue que en algunos momentos sintamos empatía por Hitler y por algunos de los personajes que le rodearon mediante un guión interesante e intenso a partes iguales. Nos muestra un pedazo de historia fiel a la realidad y no como un espejismo de lo que pudo ser.

Ambientada en su mayor parte en el bunker en el que el reinado de Hitler halló su final, las secuencias localizadas en el exterior aportan aire fresco a la historia con otras tramas secundarias que conectan muy bien con la trama principal. La ambientación, los efectos especiales y la caracterización hacen que nos sintamos aún más inmersos en la película, ya que están muy bien integrados entre sí.
En algunas secuencias el realizador no tiene pudor en mostrar de forma explícita las atrocidades de algunos actos mientras que en otras lo sugiere de forma muy sutil. La realización acompaña a la acción apoyando al texto tanto en los momentos diplomáticos como en los que se transmite la crudeza de la contienda.

En lo que a la interpretación respecta, puedo asegurar que Bruno Ganz parece por momentos el Hitler al Una interpretación loable y digna de ser recordada. Ganz es uno de los que mejor ha sabido interpretar a Hitler, tanto en su discurso como en sus gestos.
que nunca vimos.
Por su parte, Juliane Köhler nos muestra a una Eva Braun alocada y totalmente desinhibida en sus últimos días. Y Alexandra María Lara ejecuta con sobriedad un rol que nos acompaña a lo largo de toda la producción, ella encarna a la sensata Traudl Junge.
El resto interpreta bien su rol, recreando a los personajes de forma fiel y consiguiendo que todo parezca más real de lo que es.

Quien busque un drama histórico político está de enhorabuena, pues en El hundimiento encontrará mucho más que eso. Un pedazo de historia contado de forma magistral, aunque en algunas partes se haga demasiado pesado, y muy cercano a la realidad.
Creo que esta película es sólo apta para aquellos amantes del cine y de la historia, ya que para el público en general puede resultar demasiado extensa y aburrida.