domingo, 28 de febrero de 2016

It Follows

Inquietante y desconcertante de principio a fin; tan contenida en algunos puntos como brutal en otros, lo cual hace que mantenga cierto equilibrio en los 100 minutos que ocupa, aunque la exasperante lentitud con la que transcurre en ciertas partes hace que sea demasiado pesada provocando que perdamos interés, algo que se ve potenciado por sus repetitivas situaciones y la falta de originalidad en algunas ocasiones.
El terror que se emplea no sólo huye del susto fácil sino que se transforma en una atmósfera asfixiante acompañada por algo que nos asusta incluso cuando no está presente en pantalla en ninguna de sus formas posibles. Éste es, con toda probabilidad, el punto fuerte de la película. Ese terror primigenio a algo indefinible que nos persigue sin motivo aparente o razonable, sin explicación. Algo de lo que podemos correr pero no escondernos. Lo que hace que la angustia se mantenga incluso mucho tiempo después de haber visto la película. Terror psicológico del bueno, sin lugar a dudas, que no recurre a clichés comunes sino que se respalda en otros factores algo manidos pero renovados por una excelente puesta en escena junto con unos tiros de cámara y encuadres que no tratan de insinuar sino que muestran sin pudor todo aquello que debemos ver.
No hay inocencia en ninguna de las partes, pues los personajes, adolescentes, se muestran libres de cadenas, tal y como son, abordando cada tema y cada parte de sus vidas con la naturalidad que en muchas otras producciones se pierde. Y es en uno de esos aspectos en los que se basa la película para inocular el terror, pues se escuda en una especie de maldición propagada cual ETS para transmitir pánico y terror a partes iguales hacia algo inminente e incontrolable que en ocasiones cuesta lo suyo identificar. Tampoco hay censura a la hora de mostrar desnudos aunque si ciertos remilgos en las escenas de sexo, las cuales, por pura exigencia de su objetivo final deberían haber sido más viscerales, aunque se justifica que no sean así por los propios sentimientos de los personajes, lo que hace que la tensión sexual esté más que presente en todo momento.
Es un error pensar que It Follows es una mera película de terror en la que se emplea el sexo como recurso para llenar salas, pues trata de hacernos comprender (a los adolescentes sobretodo) el peligro de practicar sexo sin protección y sus consecuencias, mostradas mediante esos seres que persiguen de forma constante a quien tiene la maldición. También se presenta como dilema moral para los personajes lo correcto o no en "pasar" la maldición a otras personas o combatirlas con sus propios medios pese a todo. Y como no, la casi total ausencia de adultos y esos entornos periféricos vacíos de vida, reflejan a la perfección ese vacío en los personajes, esa falta de madurez y a la vez un entorno libre en el que poder crecer y aprender a sobrevivir y a combatir toda adversidad.


El director, Mitchell, con un planteamiento original consigue crear una película atractiva de terror con la que abarca temas mucho más relevantes y trascendentales. La fotografía empleada junto con los encuadres y la posición de la cámara hacen que el continente sea tan atractivo como el contenido, dotándolo de esa sencillez tan necesaria de la que se sirve para hacernos llegar su historia. Sin llegar a emplear herramientas complejas, tira de elementos en pantalla comunes que avanzan sin más para aterrorizarnos. La puesta en escena es una de las grandes virtudes de esta producción. Ágil en los momentos de mayor tensión y lenta en aquellos que necesitan una pausa para que podamos reflexionar junto con los personajes sobre todo cuanto ocurre.
Los entornos en los que se desarrolla potencian la personalidad de los personajes y sirven como base para asentar lo que les ocurre. Las localizaciones, faltas de vida y alejadas de todo, tienen su particular belleza tras el objetivo y los planos de Mitchell.
La banda sonora es un recurso muy efectivo a la hora de presagiar que algo se acerca, aportando tensión y focalizando toda atención en lo que va a suceder, tanto como los incómodos silencios que abundan. De igual forma son importantes los profundos textos que salen de boca de los personajes y que nos hacen meditar sobre cuestiones de la vida que todo adolescente se plantea alguna vez.
Los actores, en su mayoría desconocidos por el público general, hacen una labor impresionante cumpliendo más que de sobra con sus roles y llevando a cabo una actuación natural y falta de sobreactuaciones. Ellos, mediante sus expresiones y sus loables actuaciones, son transmisores del miedo. A través de ellos se cuenta la historia.

A It Follows es probable que le sobre metraje y le falte variedad en sus recursos a la hora de crear situaciones nuevas, pero es indudable que, en general, estamos ante una de las mejores películas de terror de los últimos tiempos que no sólo se queda en lo superficial sino que ahonda en su subtexto trascendental haciéndonos meditar sobre ciertas cuestiones.
Recurre a algo común para meternos el miedo en el cuerpo y se enorgullece mostrándonoslo sin pudor alguno ni censura. Bella, muy bella, muchos de los planos son una auténtica obra de arte. Aunque algunos movimientos de cámara son innecesarios.
Lo mejor es sin duda su prólogo, que nos mantiene pegados a la pantalla, inconscientes de lo que está por llegar al no comprender qué ocurre por toda esa información importante que se guarda como un tesoro para ser arrojada en migajas a lo largo de la película. Lo peor, es ese final inconcluso que se intuye pero no es lo suficiente conciso, y la lentitud con la que todo transcurre.
Una película entretenida con la que disfrutar una noche cualquiera.

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